Milei se lava las manos tras escándalo crypto: “Yo no lo promocioné, lo difundí”
“Si vos vas al casino y perdés plata, ¿cuál es el reclamo? Si vos sabías las condiciones. Todos lo hicieron voluntariamente. Yo no lo promocioné, lo difundí”, justificó el presidente, como si el hecho de haber amplificado el mensaje desde su investidura no tuviera consecuencias.
La realidad es que $Libra, una criptomoneda sin respaldo real, tuvo un ascenso meteórico y una caída estrepitosa en cuestión de horas, generando pérdidas para miles de personas que confiaron en la publicación del mandatario. El dominio de esta “moneda” fue registrado el mismo 14 de febrero, tras el cierre de los mercados, y su circulación estaba concentrada en apenas tres billeteras.
El mandatario eliminó su publicación cuando el desastre ya era inminente y, lejos de asumir responsabilidad, optó por victimizarse. “Por querer darles una mano a los argentinos me comí un cachetazo”, lamentó Milei, quien minimizó el impacto del fraude al afirmar que solo “cinco argentinos” fueron afectados, a pesar de que las estimaciones indican que hasta 40.000 personas en todo el mundo perdieron millones de dólares.
En un intento de justificarse, el presidente aseguró que actuó “de buena fe” y que este episodio le enseñó que debe “poner filtros” y “levantar murallas” a su entorno. Sin embargo, sus palabras no fueron suficientes para calmar la indignación: el escándalo ha desatado demandas en Argentina y en Estados Unidos, además de pedidos de juicio político en el Congreso.
Para aumentar la polémica, Milei reconoció su vínculo con Hayden Davis, creador del token, y admitió que lo recibió en la Casa Rosada. Sin embargo, insistió en que no recibió ningún pago por su difusión, como si su respaldo público no hubiera sido suficiente para inflar el valor de la criptomoneda y permitir su posterior desplome.
En su desesperación por desviar la atención, el presidente también culpó a la “política tradicional”, asegurando que “están nerviosos” por su desempeño en las encuestas de cara a las elecciones legislativas. Sin embargo, los hechos hablan por sí solos: la irresponsabilidad de Milei ha dejado a miles de personas con enormes pérdidas y a su gobierno sumido en otro escándalo autoinfligido.