¿Cuánto le cuesta al planeta la formula 1?
Aunque los monoplazas representan solo el 0,7% de las emisiones de carbono de la Fórmula 1, la huella ambiental de la categoría es enorme. La logística y los viajes concentran el mayor impacto. La F1 busca ser carbono neutral para 2030.
La Fórmula 1, símbolo de innovación y velocidad, también enfrenta una realidad menos glamorosa: más de 256.000 toneladas de dióxido de carbono se generan por temporada. Sorprendentemente, solo una mínima parte —el 0,7%— proviene de los autos que corren en pista.
El grueso de las emisiones se origina fuera del circuito. La logística, que implica mover autos, equipos y estructuras a lo largo de 21 países, representa el 45% del total. DHL, su socio de transporte, llega a movilizar 100 toneladas por carrera, combinando rutas aéreas, marítimas y terrestres.
Los traslados del personal y su alojamiento suman otro 27%. Un empleado puede volar más de 170.000 kilómetros al año, lo que se traduce en unas 29 toneladas de CO₂ por persona, superando el promedio anual de emisiones per cápita de muchos países.
A esto se suman un 19% generado en oficinas, fábricas e instalaciones, y un 7% relacionado con la energía de eventos, transmisiones y funcionamiento de los circuitos.
Consciente de su impacto, la F1 ha fijado un objetivo ambicioso: alcanzar la neutralidad de carbono para 2030. Para ello, apuesta por energías renovables, transporte más eficiente, reducción de materiales y ajustes en el calendario.
El reto está sobre la mesa. La categoría reina del automovilismo deberá demostrar que velocidad y sostenibilidad pueden ir de la mano.