Sector aguacatero, entre la tristeza y la incertidumbre

La suspensión de los envíos de aguacate hacia Estados Unidos de Norteamérica, debido al retiro de personal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), genera tristeza, preocupación e incertidumbre entre los trabajadores de la industria de la exportación.

En el municipio de Uruapan, considerado como la capital mundial del aguacate, el campo de exportación se encuentra paralizado. Cortadores se han ausentado de las huertas en las que hasta hace unas semanas se trabajaba a marchas forzadas para cumplir la demanda de consumo del Super Bowl.

“Es mucha fruta la que queda en los árboles, no se puede quedar aquí, ya se empieza a caer y el precio de la fruta en piso ya es muy barata.

Siento mucha tristeza ver a las personas que dependemos de esta industria muy angustiados, es muy desolador y un gran duro golpe a la economía porque del aguacate dependen cerca de 300 mil empleados”, expresó Luis Manuel Soto, propietario de las huertas La Esperanza, en Nuevo Zirosto, Uruapan.

El empresario aguacatero señaló que empacadores de esa región analizan ampliar sus ventas hacia Japón o Canadá, con el objetivo de no depender enteramente del mercado estadounidense, al que actualmente destina el 90 por ciento de su producto agrícola.


En Peribán, otro de los 43 municipios que cuenta con huertas certificadas para poder enviar la fruta al país vecino, la situación también es compleja debido a que el 80 por ciento del aguacate que aquí se produce, se destina a la exportación.

Grupo Aguacatero Mexicano (Gamex), una de las plantas empacadoras más grandes de la región, paró labores desde el viernes pasado, luego de que ingenieros de la USDA abandonaran Michoacán al considerar que no existían garantías de seguridad para realizar su labor, debido a una amenaza telefónica.

Para los directivos de esta empresa, es lamentable que nuevamente, la inseguridad reste competitividad a Michoacán, estado que, hasta ahora ha sido el principal proveedor de aguacate de Estados Unidos.

“Es muy triste que algo tan bonito, como es el manejo del aguacate y su exportación que trae tantos beneficios, se vea afectado por este tipo de acciones de personas que no están involucradas en esto.

De por sí los norteamericanos no están muy conformes con el precio del aguacate de Michoacán, pero usan aguacate mexicano porque no hay de otra, pero siempre han estado invitando a Colombia, Perú, Chile y ahora va a entrar Jalisco, (la suspensión) nos deja mal parados con nuestros clientes y nos resta competitividad”, consideró Enrique Espinoza Figueroa, director general de Gamex.

Diariamente, de Peribán salen aproximadamente 10 camiones abastecidos del fruto, cada uno con un valor de 50 mil dólares; es decir, que en los tres días que lleva detenido el envío, se han dejado de vender un millón 500 mil dólares de aguacate, es decir, 30 millones 600 mil pesos, tan solo en este municipio.

“Es aguacate que están necesitando, nos están hablando nuestros clientes, nos preguntan que qué está pasando, que cuándo mandamos la fruta porque tienen contratos y compromisos y quieren saber qué tan rápido se va a destrabar esto”, compartió el director de Gamex.

Los trabajadores de este sector, quienes no han dejado de asistir a su centro de trabajo, también se encuentran en la incertidumbre y temen que la situación no se regularice en el corto plazo.

“Sí nos da un poco de temor, por nuestros hijos, nuestras familias. Hay mucha gente que dependemos de esto, también los cortadores. Mis dos hijos también están trabajando aquí, es el solvento de nuestra casa. Aquí trabajamos muchas mujeres, madres solteras y hasta embarazadas, de aquí depende la economía de Peribán y yo creo de Michoacán”, contó Patricia Rodríguez, quien desde hace 11 años labora en el empaque.

Por el momento, la situación no es crítica para el sector, pero de continuar la suspensión de envíos, en cuatro semanas algunas empresas no podrán solventar los salarios del personal.

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