Argentina: Las Abuelas de Plaza de Mayo encuentran al nieto 131

Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de un nuevo nieto, el 131, hijo de Lucía Nadín y de Aldo Hugo Quevedo, desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar en Argentina (1976-1983).

«Como si el fin de año se hubiera empeñado en cumplir deseos, luego de casi tres años, volvemos a celebrar el hallazgo de un nuevo nieto, el 131. Otra vez confirmamos que los casi 300 hombres y mujeres que viven con su identidad falseada están entre nosotros, y nos volvemos a ilusionar con un 2023 con más restituciones», afirmó el organismo en un comunicado de prensa.

“Convocamos a una conferencia para comunicar, con inmensa felicidad, una nueva restitución”, dijo el organismo en un comunicado al explicar que había sido encontrado el hijo de Lucía Angela Nadín y Aldo Hugo Quevedo, secuestrados en 1977.

La pareja, oriunda de Mendoza, se había conocido en la Facultad de Filosofía y pertenecía al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Tras mudarse a Buenos Aires, fueron secuestrados en 1977, cuando Lucía estaba embarazada de dos o tres meses.

Según la investigación de Abuelas, el nuevo nieto habría nacido en el centro de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde se realizó la conferencia del jueves. El lugar es ahora conocido como Espacio Memoria.

“En los últimos tiempos, y a pesar de la pandemia, seguimos trabajando día a día con esperanza y con la convicción de que vamos a encontrar a nuestros nietos y nietas que pueden estar en cualquier parte del mundo”, dijo la dirigente de Abuelas Estela de Carlotto.

Insistió en que el trabajo de su organización es un esfuerzo constante, silencioso, paciente y amoroso y que aún queda mucho camino por recorrer.

“Nuestros nietos y nietas ya rondan los 45 años y seguramente son hombres y mujeres con una vida construida con su trabajo, conocimientos, amor, preferencias, deseos y familias. Nosotras, las abuelas, les decimos que queremos sumar verdad a su historia. Apelamos a la sociedad para que se sume. Cualquier información o sospecha es suficiente para salir a la luz. No se guarden la información. No se queden con la duda. Rompan el silencio. Nuestros nietos y nietas están con nosotros”, insistió.

En opinión de las Abuelas, hay unos “300 hombres y mujeres que viven con su identidad falsificada entre nosotros”.

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