Laurent Simons, el genio adolescente que quiere prolongar la vida humana

Laurent Simons tiene 14 años, un coeficiente intelectual de 145 y un objetivo poco común: crear órganos artificiales para prolongar la vida humana. Nacido en Ostende, Bélgica, en 2010, desde pequeño demostró habilidades extraordinarias. A los cuatro años ingresó a la primaria y en apenas 18 meses terminó la secundaria. A los ocho ya estudiaba Ingeniería Eléctrica en la Universidad Técnica de Eindhoven, Países Bajos.

Su familia aspiraba a que se graduara antes de los 10 años, pero la universidad se negó a acelerar el proceso, argumentando que podía afectar su desarrollo. Laurent fue retirado del programa y más tarde se mudó a la Universidad de Amberes, donde obtuvo una licenciatura en física con honores a los 11 años. Un año después, concluyó una maestría en física cuántica y comenzó un doctorado.

Un niño con un propósito claro

La motivación de Laurent surgió cuando vio a sus abuelos sufrir enfermedades cardíacas. Desde entonces, se propuso diseñar órganos artificiales que puedan sustituir a los que fallan. Para él, la ciencia es como un rompecabezas que debe completarse con cada nuevo estudio. Su investigación se ha expandido a países como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Israel y Japón, y ha colaborado con el Instituto Max Planck en el desarrollo de tecnologías láser aplicadas al diagnóstico médico.

A pesar de su impresionante carrera, Laurent sigue siendo un adolescente que disfruta de videojuegos, karting y videollamadas con amigos. También promueve un programa educativo para niños con altas capacidades, compartiendo su experiencia y errores con otros jóvenes que, como él, aprenden a un ritmo distinto.

Laurent no busca fama ni récords. Su meta es ayudar a que más personas vivan más tiempo. “Qué maravilloso sería si lo lograra”, dice. Mientras tanto, sigue sumando piezas al gran rompecabezas de la ciencia.

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