México se calienta más rápido que el planeta, y no es una metáfora
- Tres grados al siglo: alerta roja para el país
Mientras el planeta se cuece a fuego lento, México parece estar usando el horno en modo turbo. Según expertos de la UNAM, el país está experimentando un calentamiento acelerado que supera por mucho al promedio mundial. Mientras que el incremento global es de unos 2 grados por siglo, en nuestro territorio ya vamos por 3.2 grados. Hasta 2024, la temperatura nacional ha subido 1.8 grados, lo que nos coloca en una zona de alta vulnerabilidad climática.
Francisco Estrada Porrúa, responsable del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, advirtió que el umbral crítico de 1.5 grados establecido por los Acuerdos de París ya fue rebasado a nivel global desde 2023. Si seguimos al ritmo actual, México llegará a ese límite cada vez más seguido y en menos de cinco años podríamos estar hablando de un nuevo piso… más caliente, claro.
Este panorama se discutió en mesas de trabajo rumbo a la Cumbre de Rectoras y Rectores de Universidades Mexicanas por la Acción Climática 2025, donde Estrada y otros investigadores destacaron cómo el calentamiento no solo derrite glaciares: también amenaza cosechas, vidas y el ya de por sí frágil equilibrio social.
Calor, crisis y café: la realidad climática en cifras
El cambio climático no es una teoría abstracta, y en México ya se siente en sectores clave como la agricultura. En Veracruz, por ejemplo, la producción de café cayó un 48%, el doble de lo que se estimaba. No solo es el café: también hay más huracanes, sequías, inundaciones y olas de calor que afectan desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables.
La investigadora Ruiz Rivera señaló que fenómenos como el huracán Otis dejaron secuelas devastadoras: más de 296 mil niños, niñas y adolescentes se vieron afectados por daños colaterales como desnutrición, enfermedades, abandono escolar e incluso riesgos de explotación. En zonas urbanas, el panorama tampoco es alentador: una cuarta parte de las viviendas tiene más de 30 años y el 44% presenta problemas como humedad o filtraciones. En otras palabras, el calor también cala en los techos.
Los especialistas insisten en que México necesita no solo adaptarse, sino actuar de inmediato. Esto implica invertir más en prevención y resiliencia climática, y sobre todo, dejar de ver el medio ambiente como una nota al pie en la política pública. Urge repensar las ciudades, el transporte, la forma en que producimos alimentos y cómo consumimos energía.
El mensaje es claro: no basta con sobrevivir al calor, hay que enfrentarlo con estrategia. Porque si seguimos esperando que el clima se apiade, el horno solo se pondrá más caliente.