Pulque: el tesoro fermentado que podría cuidar tu panza
El pulque no solo es parte del corazón de México por su historia y sabor, también podría traer beneficios para la salud. Científicos de la Facultad de Química de la UNAM encontraron en esta bebida una bacteria muy especial: Leuconostoc mesenteroides P45, que podría ayudar a mantener el intestino en buen estado.
Esta bacteria, que da parte de la consistencia y el sabor del pulque, tiene la capacidad de enfrentar a microorganismos dañinos y reforzar las defensas del cuerpo. Su importancia es tal que su genoma ya se registró en la base de datos internacional GenBank, lo que abre posibilidades para crear alimentos con beneficios digestivos.
El truco de esta cepa está en unos compuestos llamados exopolisacáridos, que funcionan como un “escudo” para que la bacteria sobreviva al ácido del estómago y llegue viva al intestino, donde podría ayudar a equilibrar la flora intestinal. Aunque el pulque, por contener alcohol, no es un probiótico, las bacterias que lo habitan sí podrían aprovecharse para la salud.
Además de Leuconostoc, el pulque y el aguamiel tienen otras bacterias y levaduras como Zymomonas, Lactobacillus y Saccharomyces, que no solo fermentan la bebida, sino que también podrían ayudar a absorber mejor los nutrientes y controlar el colesterol.
El National Institutes of Health de Estados Unidos define a los probióticos como microorganismos vivos que, al consumirse, aportan beneficios al intestino. La cepa Leuconostoc mesenteroides P45 es un hallazgo que confirma que el pulque, además de tradición y cultura, guarda un potencial enorme para la ciencia… y para la salud de la panza mexicana.