Descubren químico endulzante de comidas que daña el ADN

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) generó gran preocupación al afirmar que los endulzantes no son efectivos para controlar el peso a largo plazo y pueden tener efectos indeseados si se utilizan durante mucho tiempo.

La estevia, sacarina y eritritol, utilizados por gran parte de la sociedad, fueron señalados por el organismo como posibles causantes de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

A esta inquietante noticia se suma un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad Estatal de Carolina del Norte y publicado en la Revista de Toxicología y Salud Ambiental, Parte B. Este estudio examina los riesgos asociados a un edulcorante artificial ampliamente utilizado: la sucralosa.

 

La sucralosa, que es 600 veces más dulce que el azúcar, se encuentra en muchos productos horneados, refrescos, chicles, gelatinas y postres lácteos congelados, según indica el análisis. Investigaciones previas habían mostrado que Splenda, una de las marcas más populares de edulcorantes que contiene sucralosa, era el sustituto preferido del azúcar por el 51,4% de la población estadounidense. Sweet’N Low, que contiene sacarina, ocupaba el segundo lugar con un 25% de popularidad.

Los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte se centraron en la sucralosa-6-acetato, un compuesto soluble en grasa que se produce cuando la sucralosa se descompone en el cuerpo, para determinar cómo afecta al organismo, en particular al ADN. Ya habían estudiado el metabolismo de la sucralosa en 2018, por lo que tenían conocimiento de la existencia de la sucralosa-6-acetato.

En su estudio actual, llevaron a cabo una serie de experimentos de laboratorio utilizando células sanguíneas humanas expuestas a la sucralosa-6-acetato, analizando los marcadores de genotoxicidad o daño al ADN.

«En resumen, descubrimos que la sucralosa-6-acetato es genotóxica y que efectivamente rompió el ADN en las células expuestas a la sustancia química«, señaló Susan Schiffman, autora del estudio, en un comunicado.

Los investigadores descubrieron que el químico era clastogénico, lo que significa que provocaba directamente la rotura de las cadenas de ADN. Si el cuerpo no repara correctamente estas roturas, pueden provocar cáncer. Además, encontraron que la sucralosa-6-acetato afectaba negativamente los tejidos intestinales humanos, causando «intestino permeable», lo que permite la filtración de sustancias no deseadas al torrente sanguíneo.

El estrés oxidativo, la inflamación y la carcinogenicidad fueron algunos de los efectos observados en las células intestinales expuestas a la sucralosa-6-acetato. Estos efectos están asociados con enfermedades como la diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer.

Aunque las agencias reguladoras como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos y otros organismos internacionales consideran que la sucralosa es segura, los investigadores advierten sobre los riesgos asociados con la sucralosa y sus metabolitos.

«Es hora de revisar el estado regulatorio y de seguridad de la sucralosa, porque cada vez hay más pruebas de que conlleva riesgos significativos», advirtió Schiffman. «Por lo menos, animo a las personas a evitar los productos que contienen sucralosa. Es algo que no deberías estar consumiendo», concluyó.

Estos hallazgos plantean importantes preocupaciones tanto para los reguladores como para el público en general, y resaltan la necesidad de una mayor investigación y revisión de la seguridad de los edulcorantes artificiales en el mercado.

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