MÉXICO ENTRE BRICS Y ARANCELES: ¿UNA NUEVA RUTA GEOPOLÍTICA?
La reciente invitación de Brasil a México para participar en la cumbre de los BRICS 2025 ha desatado un intenso debate sobre el futuro geopolítico y económico del país. En un contexto donde Estados Unidos impone nuevas medidas arancelarias a productos mexicanos, la posibilidad de acercarse a un bloque económico alternativo cobra una relevancia estratégica sin precedentes.
México y los BRICS: Una oferta inesperada
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, extendió la invitación a México, junto con Uruguay y Colombia, para asistir a la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro en julio de 2025. Aunque la propuesta no implica una adhesión formal, sí representa un reconocimiento del peso económico y político de México en América Latina.
La presidenta Claudia Sheinbaum respondió que su administración está evaluando la posibilidad de asistir, lo que sugiere que el país podría buscar una mayor diversificación de sus relaciones comerciales en un momento crítico.
Aranceles y tensiones con EE.UU.: ¿Un factor de presión?
Paralelamente, México enfrenta una crisis comercial con su principal socio: Estados Unidos. En las últimas semanas, el gobierno de Joe Biden anunció nuevas tarifas a productos clave de exportación mexicana, argumentando la necesidad de proteger la industria estadounidense. Esto ha generado incertidumbre en el sector empresarial mexicano, que depende en gran medida del comercio con su vecino del norte.
Ante este panorama, la invitación a la cumbre de los BRICS podría convertirse en una carta de negociación para México. El bloque, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha ganado peso como alternativa al dominio occidental en la economía global. China, en particular, ha mostrado interés en fortalecer lazos con América Latina, lo que podría ofrecer a México nuevas oportunidades comerciales y de inversión.
¿Un giro hacia el multipolarismo?
Históricamente, México ha mantenido una postura alineada con Estados Unidos, especialmente después del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sin embargo, la actual coyuntura plantea una pregunta clave: ¿México está dispuesto a diversificar sus alianzas económicas para reducir su dependencia de EE.UU.?
Expertos señalan que, aunque la adhesión plena a los BRICS no está sobre la mesa, una mayor cooperación con el bloque podría servir para presionar a Washington en las negociaciones arancelarias y fortalecer la autonomía económica del país.
El dilema de Sheinbaum: Continuidad o cambio
El gobierno de Claudia Sheinbaum enfrenta una decisión estratégica. Mientras algunos sectores abogan por mantener el vínculo prioritario con EE.UU., otros ven en los BRICS una oportunidad para explorar un nuevo modelo de desarrollo menos dependiente del norte.
La cumbre de los BRICS en 2025 será un escenario clave para medir la disposición de México a jugar un papel más activo en la reconfiguración del orden económico global. ¿Será este el inicio de una nueva era para el gigante latino o solo un movimiento táctico en su relación con EE.UU.? El futuro de México en la arena internacional está en juego.