Trump aplaza nuevos aranceles a México tras diálogo con Sheinbaum

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que aplazará la aplicación de nuevos aranceles a productos mexicanos, prevista para el 1 de noviembre, tras una conversación telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. El anuncio reduce, al menos temporalmente, la tensión comercial entre ambos países y permite continuar las negociaciones sobre temas económicos, migratorios y de seguridad.

Durante un intercambio con periodistas a bordo del Air Force One, Trump aseguró que la decisión responde al “buen momento” de la relación con México. “Me gusta la extensión con México porque nos está yendo muy bien con ella. Recibimos muchos aranceles. Están pagando mucho dinero”, declaró el mandatario mientras viajaba rumbo a Corea del Sur.

La medida estaba contemplada dentro de un paquete de gravámenes “recíprocos” que el gobierno estadounidense anunció en abril pasado, con el objetivo de equilibrar su balanza comercial frente a distintos países. Los nuevos impuestos, de hasta 30% sobre mercancías mexicanas no protegidas por el T-MEC, quedarían suspendidos por ahora.

Negociaciones abiertas y señales de distensión

Desde principios de octubre, la presidenta Sheinbaum había adelantado que mantenía comunicación directa con Trump para desactivar la amenaza arancelaria. En su conferencia matutina del lunes 27 de octubre, la mandataria explicó que la llamada con su homólogo estadounidense se realizó el sábado anterior, cuando ambos acordaron extender el plazo unas semanas más.

“Hablamos brevemente. A mí me interesaba que no llegara el 1 de noviembre sin que nos hubiéramos comunicado y que estuviéramos de acuerdo en que nuestros equipos seguían trabajando. El tema de las 54 barreras no arancelarias ya está muy avanzado”, detalló Sheinbaum.

El diálogo entre ambos gobiernos busca resolver diferencias relacionadas con normas sanitarias, ambientales y regulatorias que afectan la exportación de alimentos, autopartes y productos energéticos. También se discuten medidas de cooperación en seguridad fronteriza y migración, asuntos sensibles para ambas administraciones.

El aplazamiento de los aranceles representa un respiro para las exportaciones mexicanas, especialmente las del sector automotriz, que sigue siendo el principal motor de la relación económica entre los dos países. Sin embargo, Trump reiteró que su gobierno mantiene el objetivo de “recuperar” empleos industriales que, a su juicio, se trasladaron a México en las últimas décadas. “Muchas compañías automotrices se están mudando de México a Estados Unidos. Hace mucho tiempo se llevaron nuestras empresas, y ahora están regresando”, afirmó.

Un equilibrio frágil en el comercio bilateral

Desde la entrada en vigor del T-MEC en 2020, México y Estados Unidos han mantenido una relación comercial intensa pero compleja. Las disputas por reglas de origen, energías limpias y subsidios agrícolas han generado tensiones constantes. El anuncio de Trump muestra, no obstante, una disposición a mantener el diálogo con el nuevo gobierno mexicano y evitar un conflicto que podría afectar a ambos lados de la frontera.

Analistas económicos destacan que el margen de negociación dependerá del avance en los compromisos pendientes y del contexto político en Estados Unidos, donde las decisiones arancelarias suelen utilizarse como herramienta de presión electoral. Para México, el reto será sostener el equilibrio entre la cooperación y la defensa de su soberanía económica, mientras intenta preservar la estabilidad de un comercio bilateral que supera los 800 mil millones de dólares anuales.

Por ahora, el aplazamiento de los nuevos aranceles se interpreta como una señal de distensión. Pero tanto en Washington como en Ciudad de México reconocen que la tregua es temporal y que el rumbo de la relación comercial dependerá de los resultados concretos en las próximas semanas.

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