Tensiones entre China y Taiwán: ¿Se avecina un conflicto armado?
En medio de un panorama geopolítico global marcado por conflictos como la guerra en Ucrania y la crisis en Gaza, las tensiones entre China y Taiwán han escalado significativamente en 2025, generando preocupación sobre la posibilidad de un enfrentamiento militar en la región del Indo-Pacífico.
Incremento de la presión militar china
Durante mayo de 2025, la Guardia Costera de China realizó múltiples incursiones en las aguas restringidas alrededor de las islas Kinmen y Pratas, administradas por Taiwán. Estas acciones, que suman 74 desde febrero de 2024, son vistas como ensayos para un posible bloqueo marítimo, una táctica que podría preceder a una invasión a gran escala.
Además, China ha intensificado sus ejercicios militares en la región, incluyendo maniobras alrededor de Taiwán y el despliegue de barcazas de desembarco anfibio, diseñadas para facilitar invasiones en playas no fortificadas.
Respuesta de Taiwán y apoyo internacional
El presidente taiwanés, Lai Ching-te, ha declarado a China como una “fuerza hostil extranjera” y ha implementado ejercicios de defensa civil a nivel nacional. Taiwán también ha reforzado su estrategia militar, enfocándose en sistemas móviles y drones, inspirados en el uso efectivo de estas tecnologías por parte de Ucrania en su conflicto con Rusia.
Estados Unidos mantiene su política de “Una sola China”, pero continúa proporcionando apoyo militar a Taiwán a través de la Ley de Relaciones con Taiwán. Sin embargo, la administración del presidente Trump ha mostrado ambigüedad respecto a una intervención directa en caso de conflicto, generando incertidumbre sobre el alcance del respaldo estadounidense.
Perspectivas y riesgos futuros
Analistas advierten que una invasión china a Taiwán podría desencadenar un conflicto de gran escala, involucrando a potencias como Estados Unidos y sus aliados, y provocando una crisis económica global debido a la interrupción de las cadenas de suministro, especialmente en el sector de semiconductores, donde Taiwán es líder mundial.
Aunque no hay indicios inmediatos de una invasión, las acciones de China sugieren una estrategia de presión constante para debilitar la resistencia taiwanesa y disuadir la intervención internacional. La comunidad internacional observa con atención, consciente de que el equilibrio en el estrecho de Taiwán es crucial para la estabilidad global.
En conclusión, mientras las tensiones entre China y Taiwán continúan escalando, la posibilidad de un conflicto armado permanece latente. La situación exige una diplomacia cuidadosa y una vigilancia constante para evitar una confrontación que tendría consecuencias devastadoras a nivel mundial.