Redadas migratorias masivas provocan tensión en comunidades latinas de Los Ángeles

Una serie de operativos migratorios realizados este viernes 6 de junio por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), en coordinación con el FBI y la DEA, desataron momentos de alta tensión en varias zonas de Los Ángeles, principalmente en barrios de población latina. Desde las primeras horas del día, defensores de derechos humanos alertaron sobre la presencia de agentes federales en zonas como Westlake y el Distrito de la Moda, donde se llevaron a cabo múltiples detenciones.

Las redadas comenzaron alrededor de las siete de la mañana con el arresto de jornaleros centroamericanos y mexicanos que buscaban empleo cerca de una tienda de materiales. Más tarde, ICE se dirigió a fábricas de ropa en el Distrito de la Moda, donde al menos dos docenas de trabajadores fueron detenidos. Testigos reportaron que los operativos incluyeron el uso de uniformes camuflados, vehículos blindados y gases para dispersar a manifestantes que intentaron impedir las detenciones bloqueando el paso de las camionetas oficiales.

Organizaciones civiles denunciaron el uso excesivo de la fuerza. En uno de los incidentes más difundidos, un manifestante fue derribado al suelo al interponerse frente a un vehículo de ICE. También se reportaron redadas cerca de escuelas, lo que provocó alarma entre padres de familia y comunidades escolares. “Tuvimos que salir a vigilar”, señaló Ron Góchez, director del colectivo Unión del Barrio.

Reacciones: Indignación y protestas

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, expresó su rechazo a las redadas y mostró su solidaridad con las comunidades afectadas. “Estas tácticas siembran terror y perturban los principios básicos de seguridad y debido proceso en nuestra ciudad”, dijo en un comunicado. Añadió que no se permitirá que este tipo de acciones interfieran con el tejido social de una ciudad que se enorgullece de su diversidad.

A pesar de las leyes de California que limitan la cooperación entre autoridades locales y agencias migratorias federales, activistas señalaron la presencia del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en al menos una zona de detención. “Es una traición a la comunidad que dicen proteger”, afirmó Góchez.

Diversos sectores calificaron las acciones como un acto de “terrorismo institucional”. El mismo Góchez denunció que los operativos buscan generar miedo, no solo detener a personas en situación irregular. “Es un ataque armado y coordinado contra trabajadores”, declaró a medios locales.

Para la noche de este viernes, se convocó una protesta frente a la cárcel de inmigración en el centro de Los Ángeles, donde ciudadanos, activistas y familiares comenzaron a concentrarse para exigir la liberación de los detenidos y el cese de estas acciones. Las imágenes de agentes armados, manifestantes enfrentando vehículos blindados y padres de familia resguardando escuelas han reavivado el debate sobre la política migratoria en Estados Unidos y su impacto en las comunidades latinas.

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