El declive de la popularidad de Zelenski: entre la crítica interna y los señalamientos de Putin
Según una encuesta reciente del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, publicada a inicios de enero de 2025, solo el 16% de los ucranianos respaldaría la reelección de Zelenski, mientras que un 60% preferiría que no busque un segundo mandato. Este descenso se da en un contexto marcado por el desgaste de la guerra y las tensiones políticas internas, incluyendo la reciente dimisión del general Valerii Zaluzhnyi, una figura clave en la estrategia militar de Ucrania.
La pérdida de confianza en Zelenski también coincide con las crecientes dificultades económicas que atraviesa el país y la prolongación de un conflicto que, lejos de resolverse, parece estar en un punto muerto. Este desgaste ha generado cuestionamientos sobre su capacidad para liderar al país en medio de la guerra más crítica de Europa en décadas.
Mientras tanto, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha intensificado sus declaraciones contra Zelenski, calificándolo como un líder “ilegítimo” y señalando que “no tiene cara para negociar con Rusia”. Según Putin, las acciones de Zelenski, tanto en el plano militar como en su gestión política interna, han erosionado su credibilidad tanto en Ucrania como en la comunidad internacional. Estas declaraciones forman parte de la narrativa del Kremlin para desacreditar al gobierno ucraniano y reforzar su posición en las negociaciones internacionales.
A pesar de esto, Zelenski continúa buscando apoyo en Occidente, especialmente en la Unión Europea y Estados Unidos, para sostener la resistencia ucraniana frente a las tropas rusas. Sin embargo, el respaldo internacional también comienza a mostrar fisuras, con algunos países cuestionando la eficacia del liderazgo ucraniano y el impacto económico de seguir financiando el conflicto.
El futuro de Zelenski es incierto. Aunque su liderazgo fue inicialmente visto como un símbolo de unidad y resistencia, hoy se encuentra en una posición vulnerable, tanto por la presión interna como por los ataques discursivos de Rusia. La gran pregunta es si logrará revertir su imagen pública y recuperar el apoyo necesario para liderar a Ucrania en uno de los momentos más críticos de su historia moderna.