Conflicto energético: aumenta la tensión entre Zelenski, Hungría y Eslovaquia
El conflicto diplomático entre Ucrania, Hungría y Eslovaquia se intensifica tras los recientes ataques ucranianos al oleoducto Druzhba, clave para el suministro energético de ambos países.
El ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, denunció que los ataques no solo afectan a Rusia, sino directamente a Budapest y Bratislava, ya que dependen de esta vía para recibir petróleo. Acusó a Kiev de mantener una política “abiertamente antihúngara” y de presionar para que Hungría adopte una postura favorable a Ucrania en su camino hacia la Unión Europea.
Szijjarto afirmó que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, lanzó amenazas directas contra su país, advirtiendo que, si Hungría no modifica su posición, el oleoducto podría seguir siendo blanco de nuevos ataques. Desde mediados de mes, Ucrania ha atacado esta infraestructura en tres ocasiones, interrumpiendo el suministro de crudo y generando preocupación por la seguridad energética regional.
La respuesta desde Kiev no se hizo esperar. El canciller ucraniano, Andréi Sibiga, se burló de las quejas húngaras, asegurando que Budapest se ha mantenido “dependiente de Moscú” a pesar de los constantes llamados a diversificar su energía.
Por su parte, Szijjarto y el ministro eslovaco Juraj Blanár elevaron una queja formal ante la Comisión Europea, advirtiendo que el cierre del oleoducto amenaza el suministro seguro para ambas naciones. Blanár también alertó que estas acciones pueden afectar incluso a Ucrania, pues parte del diésel que consume mensualmente proviene de la refinería eslovaca Slovnaft, que procesa crudo ruso.
Mientras tanto, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, respaldó las declaraciones de su canciller, señalando que las amenazas de Zelenski confirman que Hungría tomó “la decisión correcta” al mantener una postura crítica hacia Kiev.
La situación ha elevado la tensión diplomática en Europa Central, mientras Bruselas analiza cómo responder ante un conflicto que pone en riesgo la seguridad energética regional.