China, Japón y Corea del Sur desafían la estrategia comercial de Trump

China, Japón y Corea del Sur han decidido responder en conjunto a las políticas arancelarias impuestas por Estados Unidos, conformando un bloque económico que hasta hace poco parecía improbable. ¿Qué implicaciones podría tener para la administración de Donald Trump la alianza entre estas tres potencias asiáticas?

El 30 de marzo, altos funcionarios de Pekín, Tokio y Seúl sostuvieron un encuentro en el que acordaron fortalecer la cooperación en sus cadenas de suministros y establecer un diálogo más directo sobre exportaciones. También discutieron la posibilidad de un acuerdo de libre comercio que podría redefinir el comercio regional y global, según diversos reportes.

Este acercamiento no es casualidad. Se produce justo antes de la entrada en vigor de los aranceles recíprocos que el Gobierno de Trump había prometido implementar a nivel mundial, lo que indica una respuesta coordinada de las economías asiáticas ante la política proteccionista de Washington.

Ventaja estratégica de Asia frente a EE.UU.

El economista mexicano Josafat Hernández Cervantes señala que las medidas arancelarias de EE.UU. han provocado una reestructuración de la división internacional del trabajo, lo que ha generado tensiones con China, Japón y Corea del Sur.

“Los flujos comerciales de estos tres países hacia EE.UU. se verán severamente afectados, por lo que buscan consolidar una integración económica regional que les permita mantener su nivel de exportaciones”, explica Hernández Cervantes. Agrega que esta tendencia de fortalecimiento del comercio regional se acentuará en los próximos años como respuesta a las medidas proteccionistas de Washington.

Desde la perspectiva del economista, la estrategia de Trump busca fomentar la reindustrialización de EE.UU. al forzar el regreso de empresas nacionales. Sin embargo, advierte que este objetivo no será fácil de alcanzar, ya que “el rezago de EE.UU. es enorme. Japón, Corea del Sur y China han desarrollado una ventaja tecnológica significativa que dificulta la competitividad estadounidense”.

Un riesgo para EE.UU.: fractura con sus aliados asiáticos

El doctor en economía Óscar Rojas Silva, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que la imposición global de aranceles por parte de Trump representa un riesgo para la propia economía estadounidense. “Ya no estamos hablando de un ‘balazo en el pie’, sino de un ‘balazo en la sien’”, comentó en entrevista.

Rojas Silva argumenta que la crisis estructural de EE.UU. se ha gestado durante décadas y que la política arancelaria de Trump no es suficiente para revertir el declive industrial del país. “La historia económica nos muestra que una política comercial solo funciona si va acompañada de una estrategia industrial bien planificada, y en este caso, EE.UU. carece de un plan integral para su reindustrialización”, explicó.

El economista también destaca que el proceso productivo global está disperso, lo que representa un obstáculo para la estrategia de Trump. Mientras tanto, China, Japón y Corea del Sur están fortaleciendo sus lazos económicos y, en el proceso, evidencian una fractura entre Washington y sus antiguos aliados asiáticos: Tokio y Seúl.

“Antes, el criterio geopolítico dictaba que quien tuviera más poder militar, dominaba. Pero ahora vemos que el factor geográfico está cobrando mayor relevancia, con el sudeste asiático consolidándose como el centro más dinámico del capitalismo global”, concluyó Rojas Silva.

Por su parte, Hernández Cervantes advierte que EE.UU. está abriendo demasiados frentes de conflicto simultáneamente: con Asia, Europa, América Latina y, además, con problemas internos. “Este desgaste múltiple podría debilitar aún más su posición en la economía global”, sentenció.

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