China celebra el Día de los Solteros con descuentos que mueven miles de millones

El 11 de noviembre, China se detiene para celebrar algo muy distinto al amor romántico. Mientras el mundo asocia febrero con San Valentín, los chinos tienen su propio festejo: el Día de los Solteros, también conocido como “Doble 11”, por la repetición del número uno en la fecha. Lo que comenzó en los noventa como una broma entre estudiantes universitarios que querían reivindicar la vida sin pareja, se convirtió en el evento comercial más grande del planeta.

Cada año, millones de personas en China y otros países aprovechan esta fecha para darse regalos, salir a comer o comprarse aquello que han estado postergando. El lema no oficial es claro: si nadie te consiente, consiéntete tú. Con el tiempo, esa filosofía se convirtió en una mina de oro para el comercio electrónico.

Fue en 2009 cuando Alibaba, el gigante fundado por Jack Ma, vio la oportunidad de transformar esta jornada en una especie de “Black Friday” chino. Desde entonces, el Doble 11 es sinónimo de descuentos masivos, transmisiones en vivo, ventas relámpago y campañas publicitarias que inundan redes, apps y pantallas. En 2019, las ventas del día superaron los 38 mil millones de dólares. Hoy, la cifra se multiplica.

El evento ya no dura un solo día. Este año, las rebajas comenzaron a principios de octubre y se extenderán hasta el 11 de noviembre. Alibaba invirtió más de 7 mil millones de dólares en subsidios para los usuarios de su programa VIP, y plataformas rivales como JD.com y Douyin (la versión china de TikTok) se sumaron con sus propias ofertas. La competencia por atraer a los consumidores es feroz: cupones, precios dinámicos, envíos en menos de una hora y hasta sistemas de inteligencia artificial que predicen lo que cada usuario podría comprar.

El Doble 11 se volvió también un termómetro de la economía china. En un año complicado, marcado por la desaceleración del consumo, el desempleo juvenil y una crisis inmobiliaria persistente, las grandes tecnológicas apuestan a este festival para reanimar las ventas. Sin embargo, el entusiasmo parece menor que en años anteriores. “Ha sido menos emocionante que nunca”, dice Deng Lei, un habitante de Pekín que confiesa buscar solo un par de tenis cómodos entre la avalancha de ofertas.

Aun así, el alcance del Día de los Solteros sigue siendo colosal. En las primeras horas de la campaña, marcas globales como Nike, L’Oréal y Apple ya habían superado los 100 millones de yuanes en ventas. Para muchas empresas, participar en el Doble 11 no es opcional: es una forma de permanecer visibles en el mercado más grande del mundo.

Más allá de los descuentos, el 11 de noviembre se ha convertido en un espejo de la sociedad china: una mezcla de consumo digital, modernidad y búsqueda de identidad. Lo que nació como una celebración de la soltería terminó transformándose en una demostración del poder económico de un país que convirtió un día común en una fiesta global del gasto.

Y aunque la fecha se exporta cada vez más —con réplicas en Asia, Europa y América Latina—, en el fondo conserva su ironía original: celebrar la independencia emocional con una avalancha de compras. En China, al menos, la soltería no solo se asume… también se monetiza.

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