China acelera el gasto público para enfrentar los aranceles de Trump y sostener su economía

Con un entorno global desafiante por la guerra comercial con Estados Unidos, China decidió intensificar su gasto fiscal para apuntalar su economía en el primer trimestre de 2025. El gobierno chino incrementó el desembolso presupuestal al ritmo más alto en tres años, como respuesta al debilitamiento de la demanda extranjera, la contracción del sector inmobiliario y la baja confianza del consumidor.

De acuerdo con datos del Ministerio de Finanzas, el gasto combinado del presupuesto público general y del fondo gubernamental ascendió a 9.26 billones de yuanes (aproximadamente 1.3 billones de dólares) entre enero y marzo. Esta cifra representa un aumento del 5.6 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En términos proporcionales, equivale a casi el 22 por ciento del gasto total previsto para todo el año, superando el ritmo registrado en el mismo periodo de 2024.

Respuesta a un panorama complicado

El crecimiento del primer trimestre fue sostenido en parte por exportaciones anticipadas y programas de consumo, pero los analistas prevén que la economía enfrente una fuerte desaceleración a partir del segundo trimestre. Los efectos de los aranceles impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump ya se hacen sentir en las exportaciones chinas, lo que ha llevado a varios grandes bancos a recortar sus proyecciones de crecimiento para el país asiático a un 4 por ciento o menos, muy por debajo del objetivo oficial de aproximadamente 5 por ciento.

En este contexto, el gobierno de Xi Jinping ha decidido aplicar medidas de estímulo más agresivas. Entre ellas se incluye la aceleración de pagos de devoluciones fiscales para empresas exportadoras y la ejecución de programas de inversión pública que buscan contrarrestar el impacto negativo de la guerra comercial.

Además, las autoridades locales han estado emitiendo deuda para sanear sus finanzas, registrando pasivos previamente ocultos y aliviando presiones de liquidez. Esta estrategia también busca reducir la aplicación de multas excesivas a empresas, que habían sido utilizadas como fuente alternativa de ingresos en tiempos de restricciones fiscales.

Sin embargo, los desafíos fiscales persisten. Los ingresos totales del gobierno provenientes de los dos principales presupuestos cayeron un 2.6 por ciento en el primer trimestre, alcanzando los 6.94 billones de yuanes (unos 950 mil millones de dólares). La caída se debió tanto a la contracción en las ventas de terrenos como al descenso de los ingresos tributarios. Por su parte, los ingresos no fiscales crecieron a un ritmo menor que en 2024.

El déficit presupuestario general se amplió un 41 por ciento interanual, hasta los 2.3 billones de yuanes (315 mil millones de dólares), reflejando el esfuerzo del gobierno por sostener el crecimiento económico en un contexto global adverso.

Aunque Pekín ha subrayado que cuenta con herramientas suficientes para implementar más estímulos si fueran necesarios, la presión sobre su economía se mantiene alta. El reto será equilibrar el gasto sin comprometer la estabilidad fiscal, al tiempo que se busca mitigar los efectos de un conflicto comercial que vuelve a escalar.

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