Así es la estación en el desierto de Utah que prepara a los humanos para vivir en Marte
En el árido desierto de Utah, a más de 10 kilómetros del poblado más cercano, se encuentra una instalación diseñada para cumplir un propósito ambicioso: preparar a los seres humanos para vivir en Marte. Se trata de la Mars Desert Research Station (MDRS), una base gestionada por The Mars Society donde tripulaciones de distintos países realizan simulaciones de misiones interplanetarias bajo condiciones similares a las del planeta rojo.
Durante dos semanas, la tripulación 315, compuesta por cinco miembros, vivió una experiencia de inmersión total, respetando protocolos que se aplicarían en una misión real a Marte. Desde el aislamiento hasta la administración de recursos limitados y la simulación del retraso en las comunicaciones, los participantes enfrentaron los retos físicos y psicológicos de vivir fuera de la Tierra.
Cada jornada en la MDRS arranca con una reunión grupal a las 7:00 de la mañana para compartir el desayuno y luego planear el día. A las 8:00 se realiza una junta de trabajo para definir las actividades, que incluyen salidas extravehiculares (EVA) por la mañana y la tarde. Estas misiones, realizadas con trajes espaciales, replican lo que implicaría moverse en la superficie marciana. La base, situada entre cañones y formaciones rocosas, fue elegida por la similitud de su terreno con Marte, lo que permite entrenar exploraciones, recolección de muestras y pruebas tecnológicas en un ambiente hostil.
Uno de los mayores desafíos no es solo técnico, sino humano. El trabajo en equipo, la sincronización de rutinas y la capacidad de adaptación bajo presión son claves. “Lo más difícil es entrar en ritmo. Aunque el riesgo aquí es menor, en Marte esas tareas nos mantienen con vida”, explicó Michael Andrews, ingeniero del equipo. Para Urban Koi, oficial de salud y seguridad, el valor de este entorno es inigualable: “El terreno es extremadamente similar al de Marte, y las investigaciones aquí nos preparan de forma realista”.
Además del entrenamiento físico, la MDRS sirve como banco de pruebas para experimentos científicos y tecnologías que podrían aplicarse en futuras colonias marcianas. Durante su estancia, la Crew 315 practicó desde el manejo de emergencias médicas hasta el mantenimiento de sistemas y el análisis de muestras geológicas, todo mientras vivían en condiciones de aislamiento.
El interés en conquistar Marte ha ido en aumento en los últimos años. Elon Musk, CEO de SpaceX, ha proyectado una primera misión tripulada al planeta rojo tan pronto como en 2029. En ese contexto, lugares como la MDRS son fundamentales para estudiar los límites humanos y tecnológicos de esa empresa. Cada ensayo, error y descubrimiento en Utah acerca un poco más el sueño de una presencia humana más allá de la Tierra.
Para The Mars Society, la estación no solo entrena astronautas, sino que fomenta la cooperación internacional y acelera el desarrollo de tecnologías clave para la exploración espacial. En un mundo cada vez más enfocado en la próxima frontera, la experiencia en este rincón del desierto estadounidense representa un paso concreto hacia la vida en otro planeta.
