Según el comunicado oficial, los misiles fueron lanzados contra lugares desde donde se habrían coordinado atentados contra suelo indio, incluyendo el ataque del mes pasado contra turistas en la Cachemira administrada por India, que dejó 26 muertos y varios heridos. Las autoridades indias enfatizaron que sus acciones fueron “centradas, mesuradas y no escalatorias”, subrayando que no se atacaron instalaciones militares pakistaníes y que se actuó con “moderación” en la selección de los blancos.
El Ministerio de Defensa indio justificó los ataques señalando que estos se produjeron como respuesta directa a la “barbarie” del atentado en Pahalgam, donde murieron 25 ciudadanos indios y un nepalí. Reiteraron su compromiso de que los responsables rendirán cuentas.
Por su parte, Pakistán denunció que los misiles impactaron en zonas civiles de las ciudades de Kotli, Bahawalpur y Muzaffarabad, y acusó a India de haber atacado incluso una mezquita. Las Fuerzas Armadas pakistaníes calificaron la operación de “cobarde y vergonzosa” y afirmaron que los aviones indios nunca ingresaron en su espacio aéreo. Asimismo, advirtieron que “esta atroz provocación no quedará sin respuesta”.
Reportes preliminares indican que al menos dos personas murieron en Kotli y otras 12 resultaron heridas. En respuesta, Pakistán ha cerrado su espacio aéreo por 48 horas y, según medios locales, ya habría lanzado ataques de represalia contra objetivos militares indios en la región de Jammu y Cachemira, aunque esta información aún no ha sido verificada oficialmente.