Mark Carney se encamina a dirigir Canadá tras la renuncia de Trudeau
- El exbanquero central lidera los resultados preliminares de unas elecciones extraordinarias marcadas por la incertidumbre y el reto de enfrentar a un Estados Unidos gobernado por Donald Trump.
Mark Carney, exgobernador de los bancos centrales de Canadá y Reino Unido, se perfila como el próximo primer ministro canadiense tras imponerse en las elecciones federales celebradas este lunes. Estos comicios extraordinarios fueron convocados luego de la renuncia de Justin Trudeau al liderazgo del Partido Liberal y a la jefatura del gobierno.
Con 60 años de edad y respaldado por su experiencia en el ámbito económico y financiero, Carney se colocó al frente del Partido Liberal y logró superar a Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, quien hasta hace algunas semanas lideraba las encuestas con una ventaja considerable.
Según los primeros resultados difundidos por medios canadienses, los liberales habrían asegurado al menos 133 escaños en la Cámara de los Comunes, mientras que los conservadores obtendrían 116. El Bloc Québécois tendría 20 lugares, los Nuevos Demócratas 2, y el Partido Verde 1, aunque aún falta definir algunos distritos.
En el sistema parlamentario canadiense, el primer ministro es designado a partir del partido que consiga la mayoría de los escaños, incluso si esta es relativa. Esto significa que Carney podría gobernar en minoría si logra mantener el respaldo suficiente dentro de la Cámara. Proyecciones como las del New York Times sugieren que el cierre del conteo podría prolongar la definición en algunos distritos clave.
Perfil de un negociador
Aunque esta sería su primera incursión formal en un cargo político, Carney ha sido una figura de peso en momentos decisivos. Como gobernador del Banco de Canadá, enfrentó uno de los pocos periodos inflacionarios importantes en la historia reciente del país. Posteriormente, como cabeza del Banco de Inglaterra, lidió con la turbulencia financiera derivada del Brexit.
Este bagaje técnico y su capacidad de negociación lo han posicionado como un candidato con el temple necesario para enfrentar desafíos complejos, incluyendo la actual relación bilateral con Estados Unidos, ahora bajo el segundo mandato de Donald Trump.
Carney ha señalado que uno de los primeros puntos en su agenda será discutir directamente con la administración estadounidense temas como los aranceles impuestos a productos canadienses. Esta postura ha sido bien recibida por sectores económicos que piden una defensa firme de los intereses comerciales del país.
Se espera que los resultados oficiales se confirmen en las próximas horas, una vez contabilizados los votos emitidos en las regiones más alejadas del país. De concretarse su victoria, Carney asumiría la tarea de liderar una nueva etapa para Canadá, marcada por la reconstrucción del liderazgo liberal, el manejo de la economía postpandemia y una compleja relación con su vecino del sur.
