Cortometrajes para mirar al otro lado: historias que dan vida al Día de Muertos
En México, el Día de Muertos no es una fecha cualquiera. Es un puente entre el presente y el recuerdo, un ritual que convierte la ausencia en presencia. Altares encendidos, velas que parpadean como latidos, flores de cempasúchil que trazan caminos hacia el más allá. Y en los últimos años, el cine —ese espejo que también guarda almas— ha encontrado en esta tradición una fuente inagotable de historias.
Estos cortometrajes no solo retratan la muerte: la escuchan, la observan, la transforman en emoción pura. Cada uno, a su manera, celebra la memoria como un acto de resistencia.
La Noria (2018)
El español Carlos Baena, ex animador de Pixar, construyó un corto que duele y fascina. Un niño intenta superar la pérdida de su padre mientras las sombras de su tristeza cobran vida. Con una animación detallada y una atmósfera de pesadilla, “La Noria” es un viaje hacia la aceptación, un recordatorio de que el duelo también puede tener belleza.
Hasta los Huesos (2001)
El mexicano René Castillo firmó una de las joyas más oscuras y brillantes del stop-motion. Un hombre cae al inframundo y se topa con una fiesta macabra donde los muertos bailan al ritmo del bolero. Entre humor negro y poesía visual, el corto captura como pocos el espíritu del Día de Muertos: un carnaval entre lo trágico y lo gozoso, donde la muerte se ríe de sí misma.
Alma (2009)
Rodrigo Blaas, también exanimador de Pixar, entrega una historia inquietante. Una niña entra a una tienda de muñecas que parecen observarla. Lo que comienza como curiosidad infantil se transforma en un relato sobre la pérdida de la libertad y la identidad. Sin decir una palabra, “Alma” logra lo que pocas historias logran: volver visible el alma atrapada del miedo.
Día de los Muertos (2013)
Dirigido por Ashley Graham, Kate Reynolds y Lindsey St. Pierre, este corto animado celebra la conexión entre una madre y su hija a través de la muerte. Una niña llega al panteón con su ofrenda y, en un giro luminoso, cruza hacia un mundo donde los muertos siguen bailando. Es un homenaje tierno y colorido al amor que no se extingue, y a la manera mexicana de despedirse sin decir adiós.
Coco: Dante’s Lunch (2017)
Antes de que Pixar estrenara “Coco”, presentó este breve adelanto con Dante, el xoloitzcuintle que se roba el corazón de todos. En apenas unos minutos, el corto muestra con humor y calidez el vínculo entre los vivos y los muertos, y el papel que los animales —mensajeros ancestrales— aún tienen en la mitología mexicana.
El Día de Muertos no solo vive en los altares o en las calles llenas de papel picado. También late en la pantalla, en cada historia que se atreve a mirar la muerte sin miedo. Estos cortos, de México y del mundo, capturan esa mirada: el instante en que la nostalgia se convierte en arte y la muerte, por un momento, deja de ser final.
Tal vez por eso volvemos a verlos cada año. Porque entre luces, risas y silencios, siguen recordándonos que nadie se va del todo.