Austen cumple 250 años y el mundo vuelve a enamorarse de sus historias
Celebrar los 250 años de Jane Austen se ha vuelto una fiesta global. En Bath, ciudad ligada a su vida, miles de visitantes llegan durante todo el año para unirse a desfiles, bailes y actividades que recrean la Inglaterra de la Regencia. La precisión con la que sus seguidores analizan cada detalle de sus novelas es parte esencial del fenómeno: desde discusiones sobre quién entrega un trozo de carne en Emma hasta charlas sobre accesorios, modas y costumbres presentes en su obra.
Austen completó solo seis novelas, pero dejó un universo literario donde conviven romance, crítica social y un humor fino que sigue cautivando a nuevas generaciones. La popularidad de las adaptaciones de los años noventa impulsó un renovado interés por su figura y por los lugares donde vivió: Chawton, Steventon y Winchester. Ese recorrido alimentó lo que muchos llaman el “complejo industrial Austen”, un espacio donde conviven estudios académicos, clubes de lectura, talleres de vestuario, obras de teatro y hasta salas de escape inspiradas en sus libros.
Las grandes convenciones de fans reúnen a lectores, investigadores, cinéfilos y entusiastas del cosplay que disfrutan recrear la época georgiana con atuendos meticulosos. Para unos, Austen es una autora romántica; para otros, una observadora aguda del orden social y de las tensiones entre clase, deseo y expectativas familiares. Sus heroínas —inteligentes, irónicas, a veces rebeldes— siguen ofreciendo una mirada fresca sobre los límites impuestos a las mujeres de su tiempo.
Pese al misterio que rodea su vida, en parte por la destrucción de sus cartas, su obra continúa generando interpretaciones, debates y adaptaciones. En este aniversario, sus historias de encuentros improbables, segundas oportunidades y choques de carácter reafirman el poder que tiene la literatura para cruzar épocas y geografías, y para seguir despertando curiosidad.
