Redescubren la chuparrosa amarilla en Sinaloa tras más de un siglo
Después de 115 años sin registros, la chuparrosa amarilla fue localizada nuevamente en Cosalá, Sinaloa, durante el Reto Naturalista 2023, un evento que convoca a la sociedad a observar plantas, hongos y animales para generar conocimiento sobre la naturaleza de México. La especie, perteneciente a la familia de los acantos —parientes de los muicles o flores de camarón—, no había sido vista desde su descubrimiento original hace más de un siglo.
El hallazgo se dio gracias a la observación del naturalista cjrt17, quien registró la planta en la plataforma iNaturalistMx. La imagen llamó la atención del curador oscargsol, que notificó a pioleon, otro especialista en botánica, sobre la posible presencia de la especie desaparecida. Tras revisar las fotografías durante un año, pioleon sospechó que se trataba de la chuparrosa amarilla y contactó a guillermo_1985, profesor de la Universidad del Bienestar en Cosalá y coordinador del reto de naturaleza en la región. Juntos monitorearon la floración y recolectaron ejemplares, corroborando la identidad de la planta con la participación de otros naturalistas de la plataforma. Este redescubrimiento fue publicado en la revista Phytaxa el 7 de agosto de 2025.
La chuparrosa amarilla fue formalmente descrita por el botánico estadounidense Thomas F. Daniels en 1988, a partir de especímenes colectados en 1910 por Joseph N. Rose cerca de El Fuerte, Sinaloa. Sin embargo, durante décadas los intentos por localizar nuevas poblaciones habían resultado infructuosos, por lo que el registro en Cosalá representa un hallazgo histórico. Los individuos observados crecían en los bordes de un fragmento de bosque rodeado de áreas de cultivo y pastoreo, mostrando delicadas flores amarillas que destacan entre la vegetación.
La importancia de la participación ciudadana
La familia de los acantos es amplia, con más de 2,000 especies, muchas de ellas utilizadas como ornamentales o por sus propiedades medicinales. Sus hojas, famosas por formar parte del diseño de columnas corintias en la antigua Grecia, combinan belleza y resistencia química que las protege de herbívoros. Esta robustez y longevidad las ha asociado históricamente con la inmortalidad.
Los retos de naturaleza como el City Nature Challenge permiten que cualquier persona pueda contribuir a la ciencia ciudadana, registrando observaciones que podrían derivar en descubrimientos relevantes. La recuperación de la chuparrosa amarilla en Cosalá no solo representa un triunfo científico, sino también un recordatorio de la riqueza natural de México y de la importancia de involucrar a la sociedad en su cuidado y conocimiento.
Gracias a la colaboración entre expertos y ciudadanos, especies consideradas desaparecidas pueden volver a ser parte del paisaje mexicano, resaltando la biodiversidad y la necesidad de proteger los ecosistemas locales.