Pintura que enfría los techos y produce agua: innovación australiana podría transformar las ciudades calurosas
Investigadores de la Universidad de Sídney desarrollaron una pintura especial para techos capaz de reducir la temperatura de las superficies hasta seis grados por debajo del ambiente. El recubrimiento, además de enfriar, puede captar vapor del aire y convertirlo en agua, lo que lo convierte en una solución doble frente a las olas de calor y la escasez hídrica que amenazan cada vez más a las ciudades.
Enfriar y captar agua al mismo tiempo
La responsable del proyecto, la profesora Chiara Neto, explicó que el material está hecho de una película porosa que refleja el 96 % de la radiación solar y disipa el calor hacia el espacio, un fenómeno conocido como enfriamiento radiativo pasivo. “Incluso bajo el sol, la superficie puede mantenerse más fría que el aire que la rodea”, detalló.
Esa misma propiedad permite que el vapor atmosférico se condense en su superficie, formando pequeñas gotas de agua parecidas al rocío que aparece por las mañanas. Según Neto, la pintura puede extender ese proceso de condensación durante ocho o diez horas, el doble de lo habitual.
Las pruebas realizadas en el Sydney Nanoscience Hub mostraron que el sistema puede recolectar hasta 390 mililitros de agua por metro cuadrado al día durante gran parte del año. En un techo promedio australiano de 200 metros cuadrados, esto equivaldría a unos 70 litros diarios en condiciones favorables.
Una posible solución urbana y doméstica
Los científicos creen que la tecnología podría reducir la temperatura interior de las viviendas, sobre todo en países con aislamiento deficiente. Además, contribuiría a mitigar el efecto de isla de calor urbana, que eleva entre 1 °C y 13 °C la temperatura en zonas con abundancia de concreto y asfalto.
Aunque el prototipo inicial utilizaba materiales industriales con compuestos fluorados —difíciles de escalar por su impacto ambiental—, los investigadores ya trabajan en una versión acuosa y ecológica con el mismo poder de enfriamiento. Esta pintura costaría aproximadamente lo mismo que una pintura premium convencional y podría aplicarse en techos existentes, sin necesidad de obras mayores.
El especialista en planeación urbana Sebastian Pfautsch, de la Universidad de Western Sydney, destacó que el verdadero valor de esta innovación radica en su capacidad de adaptación. “Puedes aplicarla en cualquier techo ya construido. Si además obtienes algunos litros de agua gratis cada día, el beneficio es doble”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que su rendimiento podría reducirse en periodos de sequía, cuando la humedad del aire es baja. Aun así, considera que el desarrollo representa un paso importante hacia la próxima generación de materiales urbanos sostenibles.
Los investigadores esperan que esta pintura salga al mercado antes de 2030.
 
         
        
 
    