Inesperado hallazgo bajo el gigantesco iceberg desprendido de la Antártida

Un equipo de investigadores sorprendió al descubrir una rica biodiversidad en el fondo marino, justo después de que un enorme iceberg de 30 kilómetros de largo se desprendiera de la capa de hielo de la Antártida en enero. Este evento dejó al descubierto un océano que no había visto la luz del día en décadas. A pesar de las expectativas bajas, encontraron especies como arañas marinas gigantes, pulpos, peces de hielo, corales y esponjas, algunas de las cuales podrían tener cientos de años.

Este hallazgo no solo revela cómo la vida puede adaptarse bajo glaciares flotantes, sino que también es crucial para entender cómo el cambio climático podría afectar los ecosistemas marinos profundos. Los investigadores planean analizar las muestras recogidas y confirmar posibles nuevas especies. Además, el descubrimiento plantea preguntas sobre cómo los organismos pueden sobrevivir en un entorno tan oscuro y aislado, lo que abre nuevas áreas de investigación sobre los ecosistemas polares y sus posibles cambios con el calentamiento global.

Durante la expedición, que duró aproximadamente un mes, los investigadores operaron un vehículo submarino remoto para capturar fotos y videos y recolectar muestras de algunas de las zonas más profundas de la costa de la Antártida. El equipo también exploró áreas más alejadas de la capa de hielo en el remoto mar de Bellingshausen. Entre las especies potencialmente nuevas para la ciencia se encuentran crustáceos, caracoles marinos, gusanos y peces.

“Estuvieron realmente por casualidad en el lugar y en el momento adecuado para estar justo allí y ver un ecosistema”, dijo Jyotika Virmani, directora del Schmidt Ocean Institute, una organización sin fines de lucro que facilitó la investigación.

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