El secreto oficial para no congelarte este invierno sin gastar de más
Cuando llega el invierno, las redes se dividen entre los que disfrutan del frío y quienes cuentan los días para que vuelva el calor. Pero más allá del debate, lo importante es cómo mantener el cuerpo abrigado sin recurrir a chamarras pesadas ni gastar de más. La respuesta está en una técnica simple y efectiva que el propio Gobierno mexicano respalda: vestirse en capas.
Cómo vestirse en capas sin pasar frío
La Secretaría de Salud y organismos especializados en protección civil recomiendan aplicar el principio de las tres capas. Esta forma de vestir permite mantener el calor corporal, evitar la humedad y protegerse del viento o la lluvia sin necesidad de prendas voluminosas.
La primera capa, conocida como base, es la que va directamente sobre la piel. Su función es mantener el cuerpo seco, por lo que se deben usar materiales que absorban el sudor sin retenerlo, como el poliéster, la lana merino o la ropa térmica. Esta capa debe ajustarse bien al cuerpo, sin apretar.
La segunda capa es la encargada de aislar el calor. Su trabajo es parecido al de un aislamiento en una pared: conservar la temperatura corporal atrapando el aire caliente. Aquí lo recomendable son prendas de lana o vellón (fleece), que ayudan a mantener el cuerpo tibio sin agregar demasiado volumen.
Finalmente, la tercera capa actúa como escudo contra los elementos externos. Es la barrera que impide el paso del viento, la lluvia o incluso la nieve. Chaquetas impermeables, abrigos ligeros o chalecos de plumas funcionan bien en esta parte del conjunto. Esta capa sí puede ser más amplia para permitir libertad de movimiento.
El estilo también cuenta
Aunque la prioridad es mantenerse abrigado, la técnica de capas también puede aplicarse con estilo. En invierno, los accesorios son aliados: guantes, bufandas, gorros, calcetines gruesos y cubre orejas ayudan a conservar el calor en las extremidades, las partes del cuerpo donde más se pierde energía térmica.
Además, vestir en capas facilita combinar texturas y colores. Los expertos en moda sugieren no usar más de cinco tonos distintos en un solo atuendo, permitiendo repetir uno o dos para equilibrar el conjunto. Así se puede mantener un estilo funcional sin perder elegancia.
Con este método, es posible decir adiós a las chamarras pesadas que dificultan el movimiento o hacen sudar. La técnica, popular entre excursionistas y trabajadores de climas extremos, también es ideal para la vida urbana, donde las temperaturas pueden cambiar drásticamente entre exteriores y espacios cerrados.
Este invierno, el secreto no está en comprar más ropa, sino en usarla con estrategia: tres capas bien elegidas bastan para mantener el calor, moverse con comodidad y enfrentar el frío sin gastar de más.
