El mito del colibrí y Huitzilopochtli que hará te enamores más de ellos
- Se cree que estas aves ayudan a atraer el amor y desde la época prehispánica eran sacrificados con esos fines
El colibrí es una de las especies de aves más hermosas del planeta. En México había 58 especies y hoy en día el 20 por ciento d de los ejemplares de esa especie están en peligro de extinción cuestión que pone en alerta a biólogos y especialistas, ya que son los principales polinizadores.
Existe un mito de la época prehispánica que afirma cada colibrí es el espíritu de un guerrero que perdió la vida luchando contra los españoles durante la resistencia de la conquista, momento en que Huitzilopochtli, Dios de la Guerrea peleó con fiereza, incluso le dispararon en el rostro perdiendo un ojo y reencarnó en un colibrí.
Huitzilopochtli, el Dios de la Guerra que se convirtió en un colibrí
Un brujo quería matar a un colibrí para convertirlo en un amuleto para atraer el amor, entonces el pequeño colibrí que luchaba para salvarse cuando ante ellos apareció otro colibrí, sus plumas brillaban como el jade, y aunque estaba tuerto era majestuoso. Lo más sorprendente es que podía hablar, se trataba de Huitzilopochtli, quien volvió a la Tierra para reclamar los abusos contra esa especie ahora en peligro de extinción.
Entonces contó que Ometecuhtli, el creador de todo, lo ayudó a llegar al Omeyocan, donde habitan los dioses. Le ayudó a recuperarse, y al volver a la Tierra me encontré con que se están acabando los recursos naturales, los hábitats de mis colibríes, los asesinan para crear amuletos de amor. Los humanos son una desgracia y de momento mi mayor enemigo. He regresado para vengarme, sentenció el colibrí guerrero.
Los colibríes son los guerreros que fallecieron en batalla -dijo Huitzilopochtli-, también son mensajeros de los buenos deseos, atraen el amor y la buena suerte, pero vivos no muertos. Si los observan con detenimiento son combatientes por naturaleza, aunque son diminutos tienen una gran fortaleza y siempre pelean para defender su territorio.
Fuente: elheraldo y unam