El “capibara mexicano” existe… y vive escondido en la selva
En los bosques tropicales del sur de México vive un animal que para muchos sigue siendo un misterio: el tepezcuintle. Aunque en redes ha comenzado a ganar atención gracias a videos de divulgadores y a su parecido físico con el capibara, este mamífero es una especie con una historia y una función ecológica muy propias.
Conocido también como paca, lapa, jochi o guagua, el tepezcuintle habita regiones húmedas en estados como Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y la península de Yucatán. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), puede medir hasta 80 centímetros y pesar alrededor de 10 kilos. Su pelaje es pardo con líneas y manchas blancas redondeadas, como pequeños puntos que lo distinguen individualmente.
A diferencia del capibara —que suele verse descansando o conviviendo en grandes grupos— el tepezcuintle es discreto y nocturno. Durante el día permanece en madrigueras y sólo sale a buscar alimento por la noche. Suele vivir solo o en pareja, moviéndose entre la maleza de la selva.
Su importancia en los ecosistemas es clave: es dispersor de semillas. Al alimentarse de frutos y vegetación y transportar o enterrar semillas lejos del árbol que las produjo, ayuda a regenerar los bosques y mantener la diversidad. Esto lo vuelve un aliado silencioso en regiones donde otras especies que cumplían la misma función —como el tapir— han disminuido.
En algunos países de América Latina, su carne se consume de manera tradicional. En México también es una especie cazada en áreas rurales, lo que, junto con la pérdida de hábitat, lo coloca en situación de vulnerabilidad. Por ello, especialistas insisten en que no debe adoptarse como mascota, ni tratarse como un animal doméstico: requiere territorios amplios, refugios naturales y condiciones ambientales específicas.
En Xalapa, Veracruz, la Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre Naturalia ha recibido ejemplares rescatados. Allí se busca que visitantes conozcan la especie, aprendan sobre su importancia y comprendan por qué protegerla es esencial para la salud de los ecosistemas tropicales.
Aunque el capibara se ha vuelto tendencia global y casi un ícono pop de internet, el tepezcuintle permanece sencillo, oculto y silencioso. Pero su papel es profundo: sin su trabajo nocturno de mover semillas, muchos bosques mexicanos no se renovarían con la misma fuerza.
