Crisis hídrica en México
Más del 80% de la población en el centro y norte del país ha sufrido los efectos de la sequía.
El 45% de las personas almacena agua en recipientes como cubetas y tambos, lo que genera riesgos para la salud debido a la contaminación del agua.
Estudios revelan que el agua almacenada de manera inadecuada contiene coliformes fecales, niveles insuficientes de cloro y contaminantes emergentes como residuos de fármacos y compuestos industriales. El almacenamiento en recipientes abiertos favorece la reproducción de mosquitos transmisores de dengue, lo que ha contribuido a un aumento récord de casos en 2024.
El almacenamiento inadecuado de agua ha incrementado las enfermedades gastrointestinales en un 22% durante los primeros meses de 2025.
El agua contaminada puede transmitir enfermedades como cólera, disentería y fiebre tifoidea, causando miles de muertes anuales.
Para reducir estos riesgos, se recomienda almacenar agua en tinacos y cisternas cerradas, realizar mantenimiento cada seis meses y seguir métodos de desinfección como hervir el agua, usar cloro doméstico o plata coloidal.
La falta de acceso a agua potable y el almacenamiento inadecuado están generando graves problemas de salud pública en México, exacerbados por la sequía y la contaminación del agua.
