Crisis climática: el preciado jamón español bajo amenaza
- El aumento de las temperaturas y la escasez de precipitaciones amenazan el ingrediente clave de la dieta de los cerdos: las bellotas de las dehesas de encinas
El preciado jamón ibérico de bellota de España está amenazado por la crisis climática, ya que el aumento de las temperaturas y la escasez de precipitaciones ponen en peligro un ingrediente clave de la dieta de los cerdos: las bellotas.
En un país donde hay tanta población de cerdos como de personas, hay muchas variedades de jamón, pero ninguna es tan venerada como el jamón ibérico de bellota, que se vende al por menor a más de 100 euros el kilo.
Se produce exclusivamente a partir de cerdos de patas negras, que deben pasar el último mes de su vida alimentándose de bellotas en la dehesa, un tipo de robledal propio del oeste y noroeste de España.
El problema es que, como resultado de veranos inusualmente calurosos y secos, los robles están produciendo menos bellotas. Esto, sumado a una caída en el precio de mercado, llevó a una reducción del 20% en el jamón ibérico producido el año pasado en Extremadura, una de las cuatro pequeñas regiones que disfrutan de la denominación de origen oficial.
El año pasado fue el más caluroso registrado en España y el tercero más seco. Las precipitaciones en Extremadura se han reducido en torno a un 35% en los últimos 50 años.
“La dehesa está formada por encinas que son nativas de climas húmedos, por lo que es una reliquia de cuando el clima aquí era diferente al de ahora”, dijo Francisco Espárrago, presidente de Señorío de Montanera, que produce jamón de primera calidad. “Los árboles luchan por sobrevivir los veranos largos, calurosos y secos que estamos teniendo ahora”.
Aunque este verano no sea tan extremo como el 2022, Espárrago no es optimista. “Espero que este año, habiendo sobrevivido a la sequía del verano pasado y un invierno con poca lluvia, sea el peor de los 40 años que llevo trabajando en la dehesa”, dijo.
Según las regulaciones, los productores de jamón pueden importar bellotas de otros lugares, pero a Espárrago no le gusta la idea.
“La fuente principal es Marruecos y Argelia, donde por supuesto no crían cerdos, pero me preocupa que la importación de bellotas pueda introducir nuevas enfermedades como sucedió cuando importamos palmeras de Egipto”, dijo. El picudo rojo de las palmeras fue introducido en España a través de Egipto en 1993 y posteriormente destruyó decenas de miles de palmeras.
El mejor jamón se produce en algunas de las regiones más pobres de España y es un componente vital de sus economías locales, lo que representa miles de puestos de trabajo en áreas que se encuentran entre los puntos negros de desempleo de Europa.
“No son solo los cerdos”, dice Espárrago, quien se queja de la falta de financiamiento para replantar árboles. “Si la dehesa no sobrevive, tampoco habrá dónde pastar el ganado”.
Fuente: The Guardian