Comisión del T-MEC exhibe omisiones de México en protección de la vaquita marina: urge frenar pesca ilegal y crimen trasnacional
La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), órgano del T-MEC, publicó un expediente que confirma lo que organizaciones ambientalistas llevan años denunciando: el Estado mexicano ha incumplido la aplicación de sus propias leyes para proteger a la vaquita marina, especie en peligro crítico de extinción.
El informe revela que la pesca ilegal con redes agalleras y el tráfico de totoaba continúan en el Alto Golfo de California, pese a que la prohibición de estas redes está vigente desde 2020. Testimonios directos y observaciones en campo muestran que la vigilancia es insuficiente y que las capturas ilegales se siguen procesando en otras regiones para evadir la ley.
De acuerdo con los datos más recientes, sobreviven menos de diez vaquitas. Aunque se han registrado encuentros acústicos que confirman su presencia en el refugio y la zona de tolerancia cero, la persistencia del uso de redes ilegales sigue siendo la principal amenaza.
El informe también señala que México ha incumplido compromisos internacionales como la instalación de rastreadores satelitales en embarcaciones y el desarrollo de artes de pesca alternativas. De los 850 rastreadores prometidos, solo diez se han colocado hasta junio de este año.
Organizaciones como el Centro para la Diversidad Biológica y el NRDC denunciaron que estas omisiones dejan en evidencia la captura del Estado mexicano por intereses criminales y comerciales que lucran con el buche de totoaba, altamente demandado en Asia. El documento advierte que redes criminales trasnacionales seguirán operando mientras no haya sanciones reales ni coordinación internacional.
Ahora, con la publicación del expediente, Estados Unidos tiene herramientas legales para presionar a México dentro del marco del T-MEC. Si no se corrigen las omisiones, el caso puede escalar a un panel de resolución de disputas que imponga sanciones comerciales.
La vaquita marina, el mamífero marino más amenazado del planeta, enfrenta su última oportunidad de sobrevivir. Sin voluntad política firme y sin romper la complicidad con intereses pesqueros y criminales, el Estado mexicano quedará marcado por permitir la extinción de una especie única en el mundo.