Anticonceptivos y vasectomías para capibaras: el plan par reducir su población en una urbanización de lujo en Argentina
- Los vecinos del barrio privado de Nordelta, construido sobre un humedal, denuncian la multiplicación de estos roedores gigantes
Nordelta es una de las urbanizaciones cerradas más conocidas de Argentina. Construida hace dos décadas sobre un humedal vecino al río Luján, al norte de Buenos Aires, tiene hoy 45.000 ricos habitantes que disfrutan de casas ajardinadas y vistas a lagos y arroyos.
Es un hábitat distinto al original, pero aún tentador para uno de sus antiguos ocupantes, los carpinchos, cuyo número se ha triplicado en poco más de tres años hasta superar los mil ejemplares. La mayoría de vecinos ha pasado de ver con simpatía a estos roedores gigantes a denunciar ataques a mascotas y destrucción de plantas y exigir un freno a estos animales silvestres.
El Gobierno bonaerense acaba de aprobar planes de control de población de fauna que incluyen esterilizaciones selectivas y anticonceptivos con los que confían en reducir el ritmo de reproducción de la especie y limitar los crecientes problemas de convivencia. Fuera de los muros del barrio cerrado, la situación es objeto de críticas y burlas.
El carpincho, también conocido como capibara, es el roedor de mayor tamaño del mundo. Los adultos pueden llegar a pesar hasta 60 kilos y medir 1,30 metros de largo. Son vegetarianos, anfibios y viven en colonias formadas por un macho dominante, varias hembras y sus crías.
Vasectomía a machos dominantes
Desde el Conicet confirman que ellos realizarán el seguimiento del plan de control poblacional, “En Brasil existe una vacuna [anticonceptiva] que es de una sola dosis, se puede aplicar a distancia con dardos y se demostró que es eficaz en carpinchos, pero no se consigue en Argentina. La que se consigue acá no fue probada para carpinchos y requiere la captura del animal para una dosis y la recaptura para la segunda”, señala María José Corriale, investigadora del Conicet especializada en la relación entre hábitat y fauna silvestre.
En paralelo, el equipo de Corriale trabaja en otro proyecto similar: han realizado una vasectomía a cinco machos dominantes de las colonias presentes en Nordelta para ver si reduce la fertilidad. “Se trata estudio más observacional. Lo habíamos propuesto hace dos años, pero hasta ahora no lo aprobaron”, cuenta esta bióloga que sigue desde años el crecimiento de la población de carpinchos en Nordelta. Coincide que las condiciones son óptimas para la reproducción de la especie, aunque aclara que los cercados puestos por los vecinos y el crecimiento poblacional hacen que empiecen a competir por territorio y alimento, a diferencia de años atrás.
Algunos ambientalistas piden que no se tomen medidas contra los carpinchos y, en su lugar, se apruebe una ley que proteja los humedales e impida cualquier construcción sobre ellos, cuestionando con dureza los planes de sostenibilidad ambiental que permitieron barrios como Nordelta. Otros critican que haya personas que quieran vivir en la naturaleza, pero expulsar a los habitantes naturales de su hábitat, ya sea los carpinchos en Nordelta o zorros en barrios cercanos, donde también son vistos como un problema.
Créditos: elpais