Perfect World: el manga que expone los desafíos de una pcd

La evolución que ha tenido el trato de los temas relacionados con la discapacidad continúa experimentando muchos cambios. Para poder aterrizar mejor las diferentes perspectivas que se le pueden atribuir a un tópico tan importante se requiere de una mayor visibilización en todos los medios informativos, educativos, audiovisuales, plataformas de entretenimiento; igualmente se necesita de propuestas interesantes. Incluso me atrevería a decir que es necesario tener una mayor representación en otras opciones, tales como en el manga japonés.

El fenómeno de la animación y el manga son de los productos que mejor lograron posicionarse en el gusto de niños, adolescentes y adultos de Latinoamérica. La basta variedad de contenido promete encontrar algo “para todos los gustos” y eso lo he comprobado desde que comencé a prestar mis servicios para una famosa editorial que lleva años en México.

Leer manga (cómic japonés por decirlo de una forma) es parte de mi trabajo. Disfruto mucho descubriendo el otro lado de las historias que sólo un grupo reducido de gente se anima a intentar si es fanático de alguna serie famosa. Entre tantas propuestas populares es obvio que se genere una especie de sombra que opaque a otras obras igual de interesantes o como en este caso, que se enfoque en exponer los diferentes desafíos que enfrenta una persona con discapacidad.

En uno de esos días en los que me encontraba curioseando entre diferentes títulos descubrí un tomo que a primera vista no sobresalía por tener una portada llamativa, sus características eran bastantes sobrias y minimalistas. Llevaba por nombre Perfect World y haberlo encontrado me llevó a escribir para ustedes mis razones para considerarla una opción diferente para acercar a la gente a saber más sobre la discapacidad.

Estamos acostumbrados a los libros y películas de superación personal o a que el trato de la información sobre la discapacidad tenga un enfoque algo más profesional. Pero en Perfect World se permiten contar una historia dramática, atrapante y al mismo tiempo exponen los desafíos y barreras que conlleva adquirir una discapacidad. No trato de decir que ésta sea la única obra que retrate la discapacidad, sólo estoy asegurando que lo hace muy bien.

Sobre Perfect World

La historia de Perfect World gira alrededor de Tsugumi Kawana, una chica de 26 años que trabaja en una empresa dedicada al diseño de interiores y su compañero, Itsuki Ayukawa, un joven que Tsugumi conoció en la universidad y de la que estuvo enamorada desde que lo conoció, pero que actualmente debe usar silla de ruedas. El interés de Kawana la llevará a descubrir los nuevos desafíos que tiene Ayukawa y eso los volverá más cercanos.

El manga desarrolla los diferentes desafíos que enfrentan las pcd, comienza por mostrar aspectos como el rechazo y la burla que existe de unas personas hacia la gente con una discapacidad, esa hostilidad que nos deja inmersos en una sociedad que se resiste a la aceptación de los grupos discriminados. Ayukawa parece llevar bien esas cuestiones, incluso desde su empleo tiene el objetivo de crear espacios incluyentes que tengan las adaptaciones (ajustes razonables) necesarias para las personas con discapacidad (pcd).

Otros rasgos que son un punto positivo en la obra es que se habla sobre el deporte adaptado, durante la universidad Itsuki era parte del equipo de baloncesto, pero por su discapacidad tuvo que dejar a un lado una de sus máximas pasiones. No es hasta tiempo después que descubre un equipo de básquetbol donde todos los integrantes también usan una silla de ruedas, esto le permite entender que existe mucha gente como él y que una discapacidad no es un impedimento para llevar a cabo tus pasiones y hobbies.

Por parte de Kawana, ella enfrenta un dilema relacionado con tener una pareja con discapacidad, su miedo a no saber cómo apoyar a Itsuki y romper el estándar romántico que tenemos todos impuesto por diferentes aspectos. Su familia se opone a su relación porque su padre no mira a Ayukawa como el hombre correcto para su hija. Ambos sienten frustración por no llegar a cumplir las expectativas del otro, entre todo eso existen diálogos maravillosos que dejan ver los ideales incluyentes, esos objetivos que todas las personas interesadas en promover los derechos de las personas con discapacidad tienen como meta a alcanzar.

Al igual que muchos casos donde una persona adquiere una discapacidad se extiende el discurso que en muchas ocasiones se ignora por ser bastante delicado. La depresión que sufren muchas personas con discapacidad es una realidad.

Nadie está exento de experimentar un episodio que modifique su vida por completo, este manga entre sus paneles de texto nos recuerda la lección máxima de que siempre tenemos otra salida a nuestros problemas y que es válido pedir ayuda cuando sentimos que ya no podemos con nuestras vidas.

La trama de Perfect World te lleva por muchos tópicos que son parte del día a día de una persona con discapacidad. Mientras avanza la historia, la relación de ambos personajes se torna más íntima y es en ese momento donde se permite tocar otro tema tabú: la sexualidad de las pcd.

Países como México ignoran casi por completo temas como la asistencia sexual y eso es un ataque directo que atenta contra nuestro libre desarrollo como personas.

Por supuesto que las personas con discapacidad sentimos deseo sexual, algo que se requiere con urgencia es modificar la idea de que somos una especie de humanos asexuados o incapaces de sentir. La triste realidad en nuestro país nos indica que, si nuestros derechos como personas con discapacidad son comúnmente ignorados, nuestros derechos sexuales siguen siendo invisibles para la mayoría.

Esta historia está próxima a finalizar en nuestro país; con doce tomos considero a Perfect World una propuesta interesante para conocer mejor las sensaciones y desafíos que implica ser una pcd. Su discurso es sencillo de entender y no se llena de términos engorrosos, es un buen punto de partida para todas aquellas personas interesadas en mejorar su trato y conocimiento con la discapacidad.  Para mí fue toda una sorpresa descubrir que una obra de manga sea capaz de aterrizar estos tópicos de manera correcta sin caer en estereotipos de los que estamos hartos.

Para su autora, Rie Aruga, escribir Perfect World fue todo un descubrimiento. Entre los tomos nos deja pequeñas notas donde explica ciertas curiosidades como que para dibujar las sillas de ruedas tuvo que estudiar sobre los modelos especiales que se distribuyen en Japón, es decir que su propuesta dibujada toma como base modelos reales para que vaya de acuerdo a las necesidades de Itsuki como si fuera una persona real en dicha situación. O que tuvo que recorrer algunos templos sintoístas para conocer qué tan accesibles son estos lugares para una persona con discapacidad motriz.

Quiero finalizar con una invitación abierta a que las pcd descubran más historias así y se dejen cautivar por propuestas interesantes que sean ejemplos correctos de nuestra representación en la sociedad, pues en este mundo que seguimos luchando por transformar para que también sea nuestro, las personas con discapacidad existimos porque resistimos.

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