Sapos que nacen listos: el hallazgo que cambia lo que sabíamos de los anfibios

Tres especies de sapos arborícolas en Tanzania sorprendieron a la comunidad científica por su forma de reproducirse: nacen completamente formados, sin pasar por la etapa de renacuajo. El hallazgo, publicado en la revista Vertebrate Zoology, cuestiona la idea tradicional sobre el ciclo de vida de los anfibios y abre nuevas preguntas sobre la evolución de estos animales.

Las especies pertenecen al género Nectophrynoides, un grupo muy poco común por su viviparidad. Mientras la mayoría de ranas y sapos ponen huevos y atraviesan una fase acuática como renacuajos, estos sapos desarrollan a sus crías dentro del cuerpo de la madre hasta que nacen listas para la vida terrestre. Menos del uno por ciento de los anfibios en el mundo utiliza esta estrategia.

Las especies identificadas —Nectophrynoides asperginis, N. poyntoni y N. micranurus— habitan en los bosques húmedos del Arco Oriental de Tanzania, una región que conserva una biodiversidad única, pero que está en riesgo por la tala, la minería y el avance de asentamientos humanos.

El descubrimiento fue posible gracias al análisis genético de ejemplares recolectados desde hace más de un siglo en museos. Estas colecciones permitieron comparaciones detalladas entre poblaciones, revelando diferencias morfológicas y genéticas que confirmaron la existencia de especies que habían pasado desapercibidas.

Detrás de la sorpresa científica aparece una preocupación urgente. El lugar donde viven estos sapos está desapareciendo. Algunas especies ya no se encuentran en libertad y otras llevan años sin ser observadas. La pérdida de su hábitat podría significar su extinción definitiva antes incluso de ser estudiadas a fondo.

La viviparidad en anfibios no es exclusiva de África. En América del Sur, algunas ranas marsupiales desarrollan a sus crías en una bolsa dorsal, mientras que en Indonesia existe una rana capaz de parir renacuajos vivos. Estos casos muestran que la evolución adopta soluciones inesperadas cuando el entorno es desafiante o limitado.

En el caso de los sapos tanzanos, su forma de reproducción parece estar estrechamente ligada a bosques húmedos bien conservados. Proteger esos hábitats significa no solo preservar especies únicas, sino mantener sistemas naturales que resguardan una historia evolutiva que recién empezamos a entender.

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