México ajusta aranceles al azúcar hasta 210% para proteger a productores nacionales

El gobierno mexicano elevó los aranceles a las importaciones de azúcar hasta 210% a partir del 11 de noviembre, con el fin de contener la sobreoferta en el mercado interno y estabilizar los ingresos de quienes cultivan y procesan caña en el país. El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación, modifica el esquema previo de cobro fijo por kilo para pasar a un porcentaje sobre el valor declarado en aduana. Esto significa que, cuando el precio internacional es bajo, el impuesto aumenta de forma notable, desalentando la entrada de azúcar más barata desde el extranjero.

La decisión se tomó en un contexto en el que la producción nacional supera la demanda interna. Para el ciclo 2024-2025 se estiman 4.7 millones de toneladas producidas, más inventarios de 1.4 millones, mientras que el consumo se mantiene cerca de 3.9 millones de toneladas. Este excedente provoca una baja en los precios que afecta directamente a cientos de miles de familias en zonas cañeras.

El gobierno señaló que la caída en las cotizaciones globales del azúcar ha puesto bajo presión a la agroindustria mexicana, que ya registró pérdidas estimadas en 14 mil millones de pesos entre 2024 y 2025. Además, organizaciones del sector han advertido sobre importaciones irregulares y contrabando, prácticas que distorsionan aún más el mercado interno.

Impacto en la industria
La cadena del azúcar en México involucra a más de 440 mil empleos directos y alrededor de 2.2 millones de personas vinculadas a actividades de cultivo, transporte, molienda y comercialización. El ajuste a los aranceles busca que los productores reciban una proporción más justa del precio final, que actualmente ronda solo el 57%.

El nuevo esquema fija un arancel de 210% para el azúcar líquida refinada e invertida y de 156% para azúcar de caña, remolacha, variantes aromatizadas o coloreadas, chocolate con alto contenido de azúcar y jarabes endulzados, siempre que provengan de países sin acuerdos comerciales preferenciales con México. La medida no afecta a las exportaciones nacionales.

El precio internacional del azúcar cruda se sitúa alrededor de 410 dólares por tonelada. Antes del decreto, importar costaba unos 770 dólares por tonelada, frente al precio doméstico de 901 dólares. Con el alza arancelaria, el costo de importación sube a más de 1,050 dólares por tonelada, lo que reduce la presión a la baja sobre el mercado interno.

La medida ocurre en paralelo a ajustes en el impuesto especial a bebidas azucaradas y conversaciones con fabricantes para reducir el contenido de azúcar en refrescos. Con ello, el país intenta equilibrar la protección a la industria con estrategias de salud pública en un contexto donde el consumo de bebidas endulzadas sigue siendo elevado y la diabetes y la obesidad representan desafíos persistentes.

Sin anunciar grandes victorias, el gobierno apuesta por estabilizar un sector históricamente ligado a la vida rural, a la economía de numerosas regiones y a una producción que ha acompañado la historia agrícola de México. El impacto real de la medida se verá en los próximos meses, conforme se ajusten precios, mercados y relaciones con los países exportadores.

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