MrBeast: el joven que quiere construir su propio Disney desde YouTube

A los 27 años, Jimmy Donaldson, conocido mundialmente como MrBeast, se propuso una meta que parece salida de una caricatura: crear un imperio de entretenimiento que compita con Disney. Desde un complejo en Greenville, Carolina del Norte, su compañía, Beast Industries, opera con la precisión de una fábrica de sueños virales.

Mientras sus productores calculan cómo prender fuego al agua para el siguiente video, Donaldson prepara su salto más ambicioso: dejar de ser solo un youtuber para transformarse en una marca global. Su canal principal, con más de 430 millones de suscriptores, supera la población de Estados Unidos y México juntos. En promedio, cada video alcanza 250 millones de vistas y cuesta varios millones de dólares, pero el negocio ha dejado de ser solo digital.

Su empresa ya factura cerca de 450 millones de dólares al año, la mitad proveniente de la venta de chocolates Feastables, barras de cacao y mantequilla de maní que se promocionan en sus videos. En total, Beast Industries fue valuada en más de 5 mil millones de dólares y emplea a unas 450 personas. Sin embargo, el éxito no le garantiza rentabilidad: la compañía ha acumulado pérdidas millonarias por la producción de videos que a menudo cuestan más de lo que generan.

Ahí entra Jeff Housenbold, exejecutivo de Silicon Valley que ahora funge como su director general. Él ve en MrBeast lo que Walt Disney fue en su tiempo: un creador convertido en símbolo. “Jimmy siempre será la piedra angular, pero no puede multiplicarse”, explica. Su plan es convertir el universo de Beast en franquicias animadas, series, cómics y juguetes.

El fenómeno MrBeast nació en un cuarto adolescente, bajo el seudónimo MrBeast6000. Su primera hazaña viral fue contar del uno al cien mil sin parar, un gesto absurdo que anticipó su estilo: títulos imposibles, retos de resistencia y recompensas descomunales. Después vinieron los actos de filantropía —entregar autos, casas, o miles de dólares a desconocidos— que lo transformaron en un héroe de la era digital.

Detrás de cada video hay una fórmula matemática: captar la atención en los primeros segundos y mantenerla hasta el final. Donaldson estudió durante años los algoritmos de YouTube y redactó su propio manual de viralidad, un texto de 36 páginas donde mide desde la iluminación hasta el ritmo de edición. “Pasé cinco años encerrado estudiando cómo funciona YouTube”, ha dicho.

Pero el ascenso tuvo su costo. Su cadena MrBeast Burger, creada durante la pandemia, enfrentó demandas por mala calidad. Y su programa Beast Games, producido para Amazon con un premio de 10 millones de dólares, fue acusado de condiciones de trabajo precarias. Donaldson niega los señalamientos y asegura que busca construir una empresa ética, capaz de durar décadas.

Hoy Beast Industries ajusta su modelo: menos riesgo, más control. Housenbold planea ahorrar 100 millones de dólares y alcanzar rentabilidad en 2026. El equipo redujo costos de producción, pausó canales secundarios y negocia patrocinios millonarios con marcas de autos y productos para mascotas.

Donaldson, que aún duerme en su oficina y vuela en aerolíneas comerciales, no pretende dejar de soñar en grande. En su mundo, todo puede arder, incluso el agua. Pero su verdadera apuesta no está en las llamas ni en los premios, sino en construir un universo propio, donde cada clic sea un boleto de entrada al próximo gran espectáculo.

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