El pulpo: el genio oculto del océano

Cada 8 de octubre se celebra el Día Mundial del Pulpo, una fecha creada por la comunidad científica y amantes del mar para rendir homenaje a una de las criaturas más misteriosas e inteligentes del planeta. Su cuerpo parece de otro mundo: tiene tres corazones, sangre azul y un cerebro repartido entre sus ocho brazos, capaces de actuar de manera casi independiente.

La ciencia ha revelado que los pulpos son mucho más que invertebrados curiosos. Investigaciones de Harvard mostraron que sus ventosas contienen sensores capaces de distinguir sabores y texturas, lo que les permite identificar presas sin verlas. Además, poseen cerca de 500 millones de neuronas —una cifra comparable a la de algunos mamíferos— y una memoria que les permite resolver laberintos, abrir frascos o escapar de acuarios enteros.

Su inteligencia también se manifiesta en su capacidad de camuflaje: pueden cambiar color y textura en segundos para confundirse con rocas o corales. Se han observado pulpos utilizando conchas, piedras e incluso cáscaras de coco como herramientas o refugios, una conducta que hasta hace poco se creía exclusiva de los primates.

Estos “genios del mar” existen desde hace más de 300 millones de años. A pesar de su antigüedad, su vida es corta: apenas entre uno y tres años. La hembra cuida los huevos hasta el final, dejando como legado la nueva generación antes de morir.

Pero su supervivencia enfrenta amenazas. La sobrepesca, el cambio climático y los proyectos de granjas de pulpos —criticados por su impacto ético y ambiental— ponen en riesgo su bienestar. Diversas organizaciones piden incluirlos en leyes de protección animal, pues su complejidad cognitiva los hace especialmente sensibles al sufrimiento.

El Día Mundial del Pulpo invita a mirar el océano con otros ojos: cada movimiento de estos seres recuerda la inteligencia silenciosa de la naturaleza y su capacidad de adaptación. En sus tentáculos, el mar guarda un mensaje profundo sobre la vida, la evolución y la fragilidad del equilibrio que sostiene a nuestro planeta.

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