Los XV de Isela: de la decepción a la fiesta que conmovió a San Luis Potosí
Lo que comenzó como una tristeza para Isela Analí Santiago Morales terminó en una de las celebraciones más comentadas del año en México. La joven potosina, hija de una familia dedicada a la recolección de basura en Axtla de Terrazas, fue noticia cuando a su primera fiesta de XV años casi nadie llegó. La decepción pronto se convirtió en esperanza gracias a la solidaridad de su comunidad, que organizó un nuevo festejo a gran escala.
La primera celebración, en la colonia Jacarandas, fue íntima y con pocos invitados. Su padre compartió en redes sociales las imágenes de aquel día, donde se veía a su hija con mesas vacías. Esa publicación desató un movimiento que transformó todo: vecinos, autoridades y empresas se unieron para darle a Isela la fiesta que merecía.
El sábado 23 de agosto el Estadio Garzas Blancas se llenó con aproximadamente mil 500 personas que acudieron para acompañar a la quinceañera. Isela llegó en un auto clásico adornado con flores y fue recibida entre aplausos, cámaras y la emoción de la gente. Trece agrupaciones musicales pusieron el ambiente, entre ellas Los Cadetes de Linares, Charly y su Grupo Súper Amor, Trío Atempa Huapanguera y otras más que convirtieron la noche en un verdadero espectáculo.
Regalos inolvidables para una quinceañera
Durante el festejo, Isela bailó con su padre el tradicional vals, recibió su última muñeca y disfrutó de los aplausos de cientos de asistentes. Pero la sorpresa mayor llegó cuando, en medio de la fiesta, le fue entregado el título de propiedad de un terreno en el fraccionamiento Framboyanes, en Axtla de Terrazas. El obsequio fue posible gracias al respaldo de autoridades estatales y locales, con la diputada Brisseire Sánchez y Juana María Zúñiga como madrinas de honor.
Además del terreno, la joven recibió un viaje todo pagado por parte de una agencia y una sesión fotográfica profesional que inmortalizó la noche. Como dicta la tradición, también se hicieron presentes decenas de padrinos que apoyaron con diferentes detalles, desde el vestido hasta el banquete, que incluyó el típico zacahuil de la Huasteca.
Isela agradeció entre lágrimas el apoyo recibido y pidió que todos los asistentes disfrutaran la velada. La presidenta municipal destacó el gesto colectivo como un ejemplo de solidaridad, mientras que su padre reconoció el esfuerzo de toda la comunidad.
Lo que empezó como una fiesta vacía se convirtió en un acontecimiento que recordó a los XV años de Rubí, pero con un matiz diferente: aquí fue la empatía de la gente lo que convirtió a una quinceañera humilde en el símbolo de unión y esperanza de todo un pueblo.