Chicharito se despide de Chivas tras escándalo: sin renovación, sin patrocinio y fuera del Mundial
El regreso de Javier “Chicharito” Hernández a Chivas ha terminado en medio de la polémica. El delantero de 37 años no continuará en el club tras la ola de críticas desatada por una serie de videos publicados en redes sociales, en los que expresó opiniones sobre el papel de la mujer en la sociedad que fueron señaladas como machistas. La respuesta no se hizo esperar: sanciones institucionales, ruptura de relaciones comerciales y su exclusión de proyectos nacionales e internacionales.
Según reportes de 365Scores, la directiva de Chivas tomó la decisión de no renovar el contrato del jugador, el cual concluye al final del torneo Apertura 2025. Aunque existía una opción para extender el vínculo un año más, esta cláusula no será ejecutada. Además, Hernández fue suspendido indefinidamente del primer equipo y quedaron congelados los bonos económicos acordados con el club. Como parte de las medidas disciplinarias, deberá tomar un curso de género impartido por la Liga MX Femenil.
En paralelo, la Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol impusieron una multa económica al jugador por violar el código de ética, y lo excluyeron de futuras campañas promocionales relacionadas con el Mundial 2026, torneo que tendrá como sede a México, Estados Unidos y Canadá. Hasta antes de la controversia, Chicharito era considerado uno de los posibles embajadores del evento.
Otra consecuencia fue la ruptura con la marca deportiva Puma, que decidió no mantener su contrato de exclusividad con el futbolista, pese a ser patrocinador tanto de Chivas como del propio Hernández. Esta decisión se suma a un entorno adverso para el exseleccionado nacional, que enfrenta un desgaste importante tanto en su carrera como en su imagen pública.
Todo se originó tras una serie de videos donde Hernández compartió ideas que fueron interpretadas como restrictivas hacia las mujeres, señalando, por ejemplo, que su rol debía centrarse en las labores del hogar: cuidar, nutrir, limpiar y sostener. Las críticas llegaron desde diversos sectores, incluyendo jugadoras de Chivas Femenil y la presidenta Claudia Sheinbaum.
Ante la magnitud de la reacción, Hernández publicó una carta en su cuenta de Instagram donde ofreció disculpas. Aseguró que no fue su intención herir, dividir ni limitar a nadie, y afirmó que sus palabras fueron malinterpretadas. Se comprometió públicamente a escuchar, reflexionar y trabajar en una mejor versión de sí mismo, guiado por el respeto, la humildad y los valores personales y familiares.
“Como padre, hombre y miembro de esta comunidad, mi prioridad es actuar con responsabilidad”, expresó en su mensaje, reconociendo que este momento representa una oportunidad para aprender y crecer.
Sin embargo, para la opinión pública, el gesto no fue suficiente. Organismos, medios y afición coincidieron en que figuras tan influyentes como Hernández deben tener mayor cuidado con sus declaraciones, especialmente cuando éstas refuerzan estereotipos o reproducen discursos discriminatorios. Su salida del Rebaño Sagrado no solo representa el final de una etapa profesional, sino también un parteaguas en la forma en que el futbol mexicano enfrenta temas de género y responsabilidad social.
El caso de Chicharito deja lecciones sobre el peso de las palabras y la necesidad de que el deporte, como espacio de formación e inspiración, sea coherente con los valores de equidad e inclusión que hoy exige la sociedad mexicana.