Trump frena expansión de China en México: BYD cancela planta por incertidumbre comercial

La automotriz china BYD, líder mundial en vehículos eléctricos, ha cancelado sus planes para construir una planta en México, ante el clima de incertidumbre provocado por las políticas comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La decisión representa un golpe para la reindustrialización del país y evidencia cómo la presión geopolítica estadounidense sigue moldeando las decisiones estratégicas de inversión extranjera.

Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD, confirmó desde Bahía, Brasil —donde la empresa inaugura su primera planta fuera de Asia— que la compañía ha puesto en pausa su expansión en América del Norte. “Los problemas geopolíticos tienen un gran impacto en la industria automotriz. Queremos esperar a que haya más claridad antes de tomar una decisión”, declaró.

Aunque México era una de las opciones más avanzadas para la expansión de BYD —la firma llegó a explorar tres ubicaciones distintas—, el endurecimiento de la política comercial de Washington terminó por enterrar la posibilidad. El propio Ministerio de Comercio de China retrasó la autorización del proyecto ante la preocupación de que Estados Unidos pudiera acceder a la tecnología estratégica de la marca.

La ofensiva arancelaria de Trump —que incluye impuestos sobre vehículos importados y productos tecnológicos de países como China— ha desatado una ola de cautela en el sector automotriz global. General Motors, por ejemplo, ya anunció una inversión de 4 mil millones de dólares para mover parte de su producción desde México hacia EE.UU., en respuesta a las nuevas condiciones impuestas por la Casa Blanca.

A pesar del revés, BYD mantiene su intención de expandirse en la región, aunque sin fecha definida. “La compañía aún planea crecer, pero en este entorno de tensión global no hay manera de tomar decisiones apresuradas”, señaló Li.

Esta situación deja entrever los riesgos de una política económica que prioriza el nacionalismo comercial por encima de la integración regional. Para México, la cancelación de proyectos como el de BYD podría significar la pérdida de empleos, transferencia tecnológica y oportunidades en sectores clave de la economía verde.