¿Por qué, después de hablar de algo, parece que lo ves por todos lados?
Muchas personas experimentan la sensación de que, tras hablar de un tema o notar un objeto específico, comienzan a verlo repetidamente. Este fenómeno psicológico se conoce como “ilusión de frecuencia” o efecto Baader Meinhof. Lejos de ser casualidad o sincronicidad, es un patrón mental ampliamente documentado por expertos en psicología y neurociencia.
El término surgió en 1994 en un foro alemán, cuando un usuario comentó que tras oír por primera vez el nombre del grupo Baader Meinhof, comenzó a encontrárselo por todos lados. Años más tarde, en 2005, el profesor Arnold Zwicky de la Universidad de Stanford lo denominó ilusión de frecuencia, explicando que se compone de dos procesos: la atención selectiva y el sesgo de confirmación.
Tu cerebro elige en qué enfocarse
Primero, la atención selectiva hace que el cerebro filtre lo que considera relevante, ignorando el resto. Luego, el sesgo de confirmación refuerza la creencia de que eso que observas ahora con más frecuencia antes no estaba presente, cuando en realidad siempre estuvo ahí, pero pasaba desapercibido.
La doctora Neha Pathak explica que una vez que conocemos un concepto nuevo, el cerebro lo identifica con mayor facilidad. Así, por ejemplo, tras hablar de autos azules, comenzamos a ver más de ese color en la calle. No porque hayan aumentado, sino porque el cerebro está más atento a ese estímulo.
Memoria, emoción y supervivencia
Joanna Riera, doctora en psicología social, señala que esta ilusión tiene una base evolutiva: percibir con mayor atención lo que nos impacta o emociona puede haber sido útil para la supervivencia. Áreas del cerebro como el lóbulo parietal, el hipocampo o la amígdala intervienen en este tipo de percepción, vinculando memoria, espacio y emoción.
Así, ver muchas embarazadas tras enterarse de un embarazo propio, o notar más personas con cierto tipo de ropa después de comprar algo similar, son ejemplos comunes de esta ilusión. Aunque no todos reaccionan igual ante un mismo estímulo, los sesgos que la producen pueden ayudar a adaptarnos mejor al entorno.
