Mexicanos dejan de viajar a EE.UU.: caen vuelos y turismo por controles migratorios

La afluencia de mexicanos hacia Estados Unidos se ha desplomado durante los primeros meses de 2025, como resultado de políticas migratorias más estrictas, el fortalecimiento del dólar y un ambiente político cada vez más hostil. Las cifras son claras: en algunas rutas aéreas, la caída ha sido de hasta un 75 % en comparación con el año anterior.

De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Turismo y Viaje de Estados Unidos (NTTO), solo en abril de 2025 viajaron 344,890 mexicanos al país vecino, mientras que en el mismo mes de 2024 la cifra alcanzaba 1,287,276. California, uno de los destinos preferidos por los visitantes mexicanos, reportó una baja del 24.2 % en marzo. Esta reducción de pasajeros ha obligado a aerolíneas como American, Delta y United a cancelar rutas o reducir frecuencias.

Visas, restricciones y temor

El endurecimiento de los controles migratorios ha tenido un impacto directo. Las nuevas políticas impulsadas por el presidente Donald Trump, como el uso de las Fuerzas Armadas para deportaciones, detenciones bajo sospecha y la eliminación del derecho a la ciudadanía para hijos de inmigrantes indocumentados, han generado un clima de temor entre los viajeros.

Además, los procesos de obtención de visas se han vuelto más largos y complicados. En algunos casos, las citas se retrasan hasta cinco meses, lo que desalienta la planeación de viajes tanto por motivos de turismo como de negocios o visitas familiares.

Esta atmósfera ha dañado la percepción de hospitalidad que antes caracterizaba a Estados Unidos entre los mexicanos. Organizaciones de derechos humanos han alzado la voz, sin éxito concreto, ante organismos internacionales para frenar estas medidas.

La baja demanda también afecta directamente a la industria aeronáutica. Las aerolíneas que operan rutas entre México y Estados Unidos ahora enfrentan pérdidas y menor ocupación, lo que las obliga a incrementar tarifas o cancelar vuelos en el último momento. Esta tendencia también se observa en rutas desde otros países como Canadá y Brasil.

Mientras tanto, expertos del sector turístico señalan que si no hay un cambio de rumbo en las políticas migratorias, el descenso continuará. Con menos visitantes, habrá menos ingresos para las ciudades estadounidenses que dependen del turismo, especialmente en la costa oeste, donde California se ha convertido en uno de los epicentros de las protestas por las medidas de Trump.

La relación entre ambos países enfrenta un momento delicado. Lo que alguna vez fue un flujo constante de turistas y familias ahora se interrumpe por barreras burocráticas, políticas excluyentes y un ambiente de creciente desconfianza.

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