Se abrazaban cuando el tornado les arrancó un brazo a cada uno

  • La fuerza destructiva de un tornado EF-4 arrasó con el hogar de Paul y Gail Cline en Kentucky. Ambos sobrevivieron, pero sufrieron amputaciones mientras se sostenían el uno al otro.

El 16 de mayo, un poderoso tornado clasificado como EF-4 azotó el condado de Laurel, Kentucky, dejando 19 personas muertas en el estado y una escena devastadora en la vida de Paul y Gail Cline, una pareja de alrededor de 60 años. Durante el paso del fenómeno, que alcanzó velocidades superiores a los 267 km/h, la pareja se refugiaba en su dormitorio y se abrazaba con fuerza, gesto que, según los médicos, provocó que perdieran los brazos opuestos. El tornado literalmente los desgarró mientras intentaban protegerse.

Tras el impacto, un vecino escuchó los gritos de auxilio provenientes de los escombros. Logró ingresar al domicilio destruido y encontró a los Cline atrapados entre restos de su casa. “Necesito ayuda. Veo un brazo en el pasillo”, dijo al descubrir el miembro amputado de Gail. Ambos fueron trasladados al Hospital de Londres en condiciones críticas. Gail sufrió, además, una perforación pulmonar y permanece en soporte vital. Paul, aunque también perdió un brazo, ha mostrado signos de recuperación, aunque sufre de demencia y aún no comprende la magnitud del desastre.

Tragedia personal y respuesta comunitaria

La sobrina de la pareja, Taylor Baker, lanzó una campaña de recaudación para ayudar a la familia, que perdió no solo su hogar, sino también todos sus bienes. Además, atraviesan una situación difícil: la hija de Gail lucha contra un cáncer en etapa 4. “Son de las mejores personas que podrías conocer. Necesitan toda la ayuda y oraciones posibles”, expresó Baker.

En una emotiva publicación en redes sociales, agradeció la respuesta solidaria de la comunidad. “A mis amigos que llegaron con camiones, remolques, bebidas y disposición para ayudar, nunca podré explicar lo que significó para mí”, escribió. También mencionó que muchas personas ofrecieron alimentos, suministros y consuelo.

Uno de los momentos más conmovedores en medio de la tragedia fue el regreso del perro de la pareja, Sady, un can de 12 años que logró sobrevivir al tornado y volver a la casa destruida. El animal fue llevado al hospital para consolar a Paul durante su recuperación.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, había declarado estado de emergencia antes de la llegada del tornado, lo que permitió una rápida movilización de recursos. Las autoridades continúan evaluando los daños y planificando la reconstrucción en las zonas afectadas.

Mientras Gail lucha por su vida y Paul intenta recuperarse, la comunidad de Laurel demuestra que la solidaridad y el apoyo mutuo pueden levantar incluso a quienes lo han perdido todo. La historia de los Cline es una dolorosa pero poderosa muestra de amor, resiliencia y esperanza en medio de la catástrofe.

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