“Trump lanza ataque total: celebra sus 100 días prometiendo más deportaciones, más aranceles y menos China”
Donald Trump celebró sus primeros 100 días en la presidencia con un mitin cargado de confrontación, amenazas veladas y promesas de un endurecimiento aún mayor de su agenda. Desde Michigan —estado crucial en su victoria electoral— el magnate republicano aprovechó la ocasión para redoblar sus ataques contra la migración irregular, su predecesor Joe Biden, y, por supuesto, contra China.
“Apenas hemos comenzado. Aún no han visto nada”, advirtió Trump ante una multitud de seguidores eufóricos. “Semana a semana estamos frenando la inmigración ilegal. Vamos a recuperar nuestros trabajos y proteger a nuestros grandes trabajadores”, afirmó, dejando claro que lo que viene será aún más agresivo que lo visto hasta ahora.
Con un tono abiertamente incendiario, Trump prometió “salvar el sueño americano” eliminando lo que calificó como un sistema de corrupción institucionalizado durante la gestión de Biden, al que acusó de haber permitido “miles de millones de dólares en fraude y abuso”. Según él, “una clase política perversa se enriqueció mientras vendía y desangraba a Estados Unidos, favoreciendo a potencias extranjeras como China”.
El presidente presumió que su “sentido común” está atrayendo inversiones récord, como el supuesto anuncio de Apple de invertir 500.000 millones de dólares en suelo estadounidense. Sin embargo, no ofreció más detalles ni pruebas.
Trump volvió a justificar su guerra comercial, jactándose de que sus aranceles están “desmantelando al mayor ladrón de empleos en la historia del mundo: China”. A pesar de su retórica beligerante, dijo que su objetivo es llegar a un trato comercial, pero uno que no implique —según él— “perder un billón de dólares al año”.
También anunció con tono desafiante que impuso un arancel del 25% al acero y aluminio extranjeros, asegurando que con estas medidas está reactivando las acerías del país. “Con Biden perdíamos 5.000 millones de dólares diarios en comercio; ahora estamos ganando dinero”, aseveró.
Uno de los momentos más duros de su discurso fue cuando acusó a los demócratas de “prometer una invasión migratoria”, contrastando con lo que describió como su “deportación masiva” de indocumentados.
El mensaje fue claro: Trump no sólo no piensa moderarse, sino que su segunda etapa busca profundizar la polarización, las restricciones y la confrontación directa. “Todo está empezando”, dijo. Y sí, para bien o para mal, parece que apenas estamos viendo el tráiler.