Rusia anuncia la liberación total de la provincia de Kursk tras derrotar la ofensiva ucraniana

El Ejército ruso ha recuperado por completo la provincia de Kursk, que permanecía parcialmente bajo control ucraniano desde la incursión iniciada en agosto de 2024.

El vocero presidencial Dmitri Peskov informó este sábado que el jefe del Estado Mayor General y primer viceministro de Defensa, Valeri Guerásimov, comunicó oficialmente la noticia al presidente Vladímir Putin. El mandatario ruso calificó la operación como “un fracaso total del régimen de Kiev”, resaltando las importantes pérdidas sufridas por el enemigo, incluyendo unidades entrenadas y equipadas con material occidental.

“La derrota completa del adversario en la región fronteriza de Kursk abre la posibilidad de nuevos éxitos en otras áreas estratégicas y acerca la derrota del régimen neonazi”, afirmó Putin, quien también felicitó a las tropas rusas por su “valor, heroísmo y servicio a la patria”.

El avance de las fuerzas rusas en las últimas semanas provocó una retirada masiva de las tropas ucranianas, que abandonaron equipamiento militar, incluidos vehículos de fabricación occidental, mientras drones rusos neutralizaban numerosos blindados enemigos durante su huida en la conocida “carretera de la muerte”. Sin embargo, la ocupación ucraniana dejó tras de sí una estela de destrucción y crímenes contra civiles rusos.

La incursión de Ucrania en Kursk

El 6 de agosto de 2024, las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron una incursión en la provincia de Kursk, ocupando la ciudad de Sudzha y otras localidades, controlando alrededor de 1.268 km². Sin embargo, el avance ruso logró revertir rápidamente la situación: para enero de 2025 ya se habían recuperado más de 800 km² (63.2 % del territorio ocupado) y, para el 12 de marzo, la liberación alcanzaba más del 86 %.

La caída de Sudzha marcó un punto de inflexión en la derrota ucraniana, pues era su centro logístico más importante. La ofensiva rusa incluyó un operativo supersecreto en el que 600 soldados avanzaron por un gasoducto subterráneo para atacar desde la retaguardia, debilitando decisivamente las líneas enemigas.

Durante los combates en Kursk, Ucrania perdió más de 76.000 efectivos y 7.700 unidades de equipamiento militar, incluidos tanques, vehículos de combate, lanzamisiles múltiples (HIMARS y MLRS) y sistemas de guerra electrónica.

Putin visitó un puesto de mando ruso en Kursk el 12 de marzo, donde recibió reportes del avance. Guerásimov confirmó que las tropas ucranianas estaban aisladas y en proceso de ser aniquiladas, y anunció que fuerzas rusas ya habían cruzado a la provincia de Sumy. Putin ordenó entonces crear una futura “zona de seguridad” en la frontera estatal.

Fracaso de los objetivos ucranianos

Desde un inicio, Putin afirmó que la ofensiva ucraniana tenía fines políticos: frenar el avance ruso en Donbass y prolongar el conflicto para evitar levantar la ley marcial y convocar elecciones presidenciales. “El régimen de Kiev no logró ninguno de sus objetivos”, sentenció el mandatario.

Guerásimov agregó que Ucrania pretendía usar Kursk como “moneda de cambio” en futuras negociaciones, pero la pérdida de la región frustró esta estrategia. Incluso el propio Zelenski reconoció a The Guardian que consideraba intercambiar territorios ocupados, propuesta que fue rechazada de plano por Moscú.

Ataque planeado a la central nuclear de Kursk

En octubre de 2024, el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR), Serguéi Naryshkin, reveló que el Ejército ucraniano planeaba capturar y minar la central nuclear de Kursk, lo que podría haber desatado una catástrofe comparable a Chernóbil. Según el SVR, agentes del MI6 británico entrenaron a las unidades ucranianas para este tipo de operaciones. Zelenski, por su parte, negó haber tenido esa intención.

Crímenes contra civiles rusos

Tras el ingreso ucraniano en Kursk, se declaró una operación antiterrorista y se evacuó a más de 133.000 residentes. Sin embargo, cerca de 2.000 personas quedaron atrapadas en localidades ocupadas, algunas de las cuales fueron víctimas de graves crímenes de guerra.

Soldados ucranianos capturados confesaron haber recibido órdenes de disparar contra civiles. Entre los crímenes documentados se encuentra el asesinato de una mujer embarazada que intentaba huir en automóvil, el asesinato de un veterano de la Segunda Guerra Mundial en Sudzha, y las atrocidades cometidas en Rússkoye Poréchnoye, donde 22 civiles fueron asesinados, incluyendo ocho mujeres víctimas de violaciones y otros abusos.

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