Esta investigación amenaza la vida en la Tierra: científicos exigen detenerla de inmediato

  • Los expertos advierten de que generarán infecciones letales en seres humanos, animales y hasta en las plantas

 

Científicos de primer nivel mundial han pedido que se detenga la investigación para crear microbios de “vida espejo” en medio de preocupaciones de que los organismos sintéticos presentarían un “riesgo sin precedentes” para la vida en la Tierra.

 

El grupo internacional de premios Nobel y otros expertos advierten que las bacterias espejo, construidas a partir de imágenes especulares de moléculas encontradas en la naturaleza, podrían establecerse en el medio ambiente y eludir las defensas inmunes de los organismos naturales, poniendo a los humanos, los animales y las plantas en riesgo de infecciones letales, informa The Guardian.

 

Amenaza sin precedentes

Aunque probablemente tomaría al menos una década construir un microbio espejo viable, una nueva evaluación de riesgos planteó preocupaciones tan serias sobre los organismos que el grupo de 38 miembros instó a los científicos a detener el trabajo para alcanzar la meta y pidió a los financiadores que dejaran en claro que ya no apoyarían la investigación.

 

“La amenaza de la que estamos hablando no tiene precedentes”, ha explicado a The Guardian el profesor Vaughn Cooper, biólogo evolutivo de la Universidad de Pittsburgh. “Las bacterias espejo probablemente evadirían muchas respuestas del sistema inmunológico humano, animal y vegetal y en cada caso causarían infecciones letales que se propagarían sin control”.

 

El grupo de expertos incluye a Craig Venter, el científico estadounidense que lideró el esfuerzo privado para secuenciar el genoma humano en la década de 1990, y a los premios Nobel Prof. Greg Winter de la Universidad de Cambridge y Prof. Jack Szostak de la Universidad de Chicago.

 

Muchas moléculas que forman parte de la vida pueden existir en dos formas distintas, cada una de ellas imagen especular de la otra. El ADN de todos los organismos vivos está formado por nucleótidos “diestros”, mientras que las proteínas, los componentes básicos de las células, están formadas por aminoácidos “levógiros”. No está claro por qué la naturaleza funciona de esta manera: la vida podría haber elegido ADN levógiro y proteínas dextrógiras en su lugar.

 

Los científicos ya han fabricado moléculas espejo grandes y funcionales para estudiarlas más de cerca. Algunos incluso han dado pequeños pasos hacia la creación de microbios espejo, aunque la construcción de un organismo completo a partir de moléculas espejo está más allá de los conocimientos actuales.

 

Más peligros que beneficios

El trabajo está impulsado por la fascinación y las posibles aplicaciones. Las moléculas espejo podrían convertirse en terapias para enfermedades crónicas y difíciles de tratar, mientras que los microbios espejo podrían hacer que las instalaciones de bioproducción, que utilizan microbios para producir sustancias químicas, sean más resistentes a la contaminación.

 

Las nuevas preocupaciones sobre esta tecnología se revelan en un informe de 299 páginas y un comentario en la revista Science. Si bien el informe se muestra entusiasta con respecto a la investigación sobre moléculas espejo, ve riesgos sustanciales en los microbios espejo y solicita un debate global sobre el trabajo.

 

Además de causar infecciones letales, los investigadores dudan de que los microbios puedan ser contenidos o mantenidos bajo control de manera segura por competidores naturales y depredadores. Es poco probable que los antibióticos existentes sean efectivos.

 

“A menos que surjan pruebas convincentes de que la vida espejo no plantearía peligros extraordinarios, creemos que no se deberían crear bacterias espejo ni otros organismos espejo, incluso aquellos con medidas de biocontención diseñadas”, escriben los autores en Science.

 

“Por lo tanto, recomendamos que no se permita la investigación cuyo objetivo sea crear bacterias espejo y que los financiadores dejen claro que no apoyarán ese trabajo”.

 

La Dra. Kate Adamala, bióloga sintética de la Universidad de Minnesota y coautora del informe, estaba trabajando en una célula espejo, pero cambió de rumbo el año pasado después de estudiar los riesgos en detalle.

 

“No deberíamos crear una vida reflejada”, afirmó. “Tenemos tiempo para la conversación. Y eso es lo que intentamos hacer con este artículo, iniciar una conversación global”.

 

El profesor Paul Freemont del Imperial College de Londres, que no participó en el informe, lo calificó de “excelente ejemplo de investigación e innovación responsables”.

Fuente: diariodeibiza

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