Arabia Saudita será sede de la Copa Mundial de la FIFA 2034
El Reino de Arabia Saudita ha sido elegido como anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2034, una decisión que consolida su creciente influencia en el ámbito deportivo global.
El anuncio fue realizado el miércoles 11 de diciembre durante un Congreso virtual de la FIFA, donde las 211 federaciones miembros aprobaron la candidatura saudita, la única postulante tras un proceso de selección restringido a confederaciones de Asia y Oceanía.
Sin embargo, la decisión no estuvo exenta de críticas. Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han manifestado su preocupación, acusando a la FIFA de ignorar las advertencias sobre posibles violaciones de derechos humanos en el contexto del torneo.
En un comunicado conjunto, más de veinte grupos destacaron que sin reformas urgentes, el Mundial 2034 podría estar marcado por “represión, discriminación y explotación”.
Aseguraron que la FIFA no consultó con las partes afectadas ni estableció medidas vinculantes para garantizar el cumplimiento de estándares internacionales de derechos humanos y laborales.
Desde la introducción de compromisos de derechos humanos en 2017, la FIFA ha insistido en su responsabilidad de prevenir abusos relacionados con sus actividades.
No obstante, los críticos señalan que estos compromisos han sido insuficientes y poco aplicados. Arabia Saudita, que ya ha realizado importantes inversiones en deportes globales como la Fórmula 1 y el golf, ahora enfrentará el escrutinio internacional mientras organiza uno de los eventos más grandes del mundo del fútbol.
Por otro lado, el Congreso virtual también ratificó oficialmente que la Copa Mundial de la FIFA 2030 será co-organizada por España, Portugal y Marruecos, con tres partidos inaugurales en Sudamérica (Uruguay, Argentina y Paraguay).
Esta propuesta sin precedentes, que abarca tres continentes, busca celebrar el centenario del torneo, aunque ha sido objeto de críticas por su impacto ambiental. Así, mientras el fútbol sigue expandiendo sus horizontes, surgen interrogantes sobre la sostenibilidad y los valores éticos detrás de estas decisiones globales.