La NASA se prepara para que humanos vayan a Marte en 2039

La humanidad podría pisar la superficie de Marte en 2039, es decir, en 15 años, esto si se cumple la previsión de la agencia espacial estadounidense NASA, que planea usar la Luna como «plataforma de pruebas» de tecnología innovadora e investigaciones que posibiliten al ser humano sobrevivir en el planeta rojo.

El ingeniero en la NASA, Carlos García-Galán, explicó a la agencia EFE que la llegada del hombre a Marte será un «paso gigantesco» para la humanidad, pero previamente es necesario regresar a la Luna, transcurridos más de 50 años de la última misión Apolo, para desplegar la tecnología, logística y acometer las operaciones que permitan ampliar la exploración del espacio.

Cómo vivir en la Luna, protegerse, trabajar y explorar su superficie forman parte del programa Artemis de la NASA, que consta de varias fases: la primera nave no tripulada se lanzó el 16 de noviembre de 2022 y en 2026 está previsto llevar astronautas al satélite natural de la Tierra.

«Esta década vamos a estar haciendo lo que necesitamos para volver a la Luna. La siguiente nos enfocaremos en la infraestructura, la superficie y en terminar de construir la estación espacial Gateway», detalla.
García Galán es el director de la Oficina de Integración del módulo de Servicio Europeo de la nave Orión en el centro de investigación Glenn de la NASA, y participa estos días en el congreso Small Satellites & Services International Forum (SSSIF), que se celebra en Málaga (sur).

Será a final de la década de los 30 cuando se empezará a trabajar en los sistemas para Marte. El ingeniero español espera que al final de esa década «o principios de los 40» estén «muy avanzados» como para poder dar ese paso.

«Igual no estoy trabajando en ello, pero definitivamente espero verlo», señala.
«Para acelerar este proceso, se pretende combinar el trabajo de las agencias gubernamentales con la innovación de las empresas privadas. ¿Quién iba a pensar que habría turistas hoy con naves yendo a la órbita de la Tierra y en la Estación Espacial?», comenta en alusión a los vuelos de SpaceX o Blue Origin.

Mientras que para llegar a la Luna se puede tardar tres o cuatro días, y «las comunicaciones ya se retrasan unos segundos», desplazarse a Marte puede ser un viaje de seis a nueve meses, y una vez allí, el retraso en la comunicación puede ser de 20 minutos solo de ida, precisa García-Galán.

A esa distancia «no te puedes permitir si se te olvida algo o si se rompe, si la tripulación tiene un problema de salud… No puedes reaccionar de manera inmediata, tienes que tener lo que necesites allí», subraya el ingeniero, que pone como ejemplo la mítica frase «Houston, tenemos un problema», que tardaría 20 minutos en llegar a la tierra, y otros 20 para averiguar de qué se trata.

Por ello, sostiene que hay que «desarrollar tecnologías nuevas para ser totalmente independientes», al tiempo que se aprovecha la información que proporcionan los nanosatélites, que permiten crear mapas sobre la superficie lunar o crear una red de comunicaciones.

La Luna se usará como «plataforma de pruebas» tanto para establecer campamentos en los que viva el ser humano como para experimentar la tecnología, afirma a EFE Andrés Martínez, ejecutivo del programa de operaciones independientes de la Tierra en la NASA, que incluye las misiones precursoras de robótica, comunicación y navegación.

Martínez está inmerso en organizar a expertos, científicos e ingenieros para diseñar un sistema que de forma autónoma resuelva cualquier tipo de problemas que pueda surgir en Marte, de manera que se active una alarma antes de que ocurra.

Pisar Marte en 2039 es el objetivo, el último año de la década de los 30, pero «es un reto y depende del trabajo colaborativo con la industria y la coordinación con el resto de socios internacionales, por lo que ese horizonte se puede «dilatar», admite.

Información de EFE.

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