Los Macron demandan a influencer ultraderechista por difamación: acusan campaña de odio global
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte Macron, presentaron una demanda por difamación en un tribunal de Estados Unidos contra la influencer conservadora Candace Owens, a quien acusan de encabezar una campaña de desprestigio internacional basada en afirmaciones falsas sobre la identidad de género de la primera dama.
La denuncia, presentada en el Tribunal Superior de Delaware, señala que Owens ha difundido durante años una narrativa falsa en la que asegura que Brigitte Macron “nació hombre” y usurpó la identidad de su hermano mayor, Jean-Michel Trogneux. Los Macron acusan a la influencer de haber explotado esta teoría para ganar audiencia, monetizar contenido y vender mercancía con mensajes ofensivos, como camisetas con el rostro de Brigitte acompañada del lema “hombre del año”.
El documento judicial, de 219 páginas, detalla que Owens no solo atacó a Brigitte en su apariencia y vida personal, sino que llegó a insinuar incesto entre la pareja presidencial y difamó sobre el inicio de su relación, cuando Brigitte era maestra de Emmanuel Macron. La denuncia incluye evidencia documental que desacredita por completo los dichos de Owens, como fotografías de infancia, registros de nacimiento y el hecho comprobado de que Brigitte tuvo tres hijos con su primer esposo.
El abogado de la pareja, Tom Clare, aseguró que se trata de un “último recurso” luego de un año de intentos fallidos por detener las afirmaciones. Tres cartas formales fueron enviadas a Owens exigiendo una retractación, sin éxito. Lejos de frenar, la influencer intensificó sus ataques con una serie en YouTube titulada Becoming Brigitte, compuesta por ocho episodios que ya acumulan más de 2.3 millones de visualizaciones.
Ataques, monetización y confrontación mediática
Owens, con más de 6.9 millones de seguidores en redes sociales y una trayectoria marcada por la difusión de teorías conspirativas desacreditadas —incluidas la negación del Holocausto y la llegada del ser humano a la Luna—, respondió a la demanda con desafío. En su podcast, afirmó estar lista para enfrentar el juicio y reiteró su postura ofensiva: “Brigitte Macron es definitivamente un hombre”.
Incluso declaró que intentará llevar a juicio a figuras públicas como Donald Trump y aseguró que su equipo legal cuestionará a Brigitte Macron sobre sus genitales, en lo que califica como “un acto de justicia y verdad”. En tono burlón, Owens acusó a los Macron de actuar como “niños” y denunció que la demanda busca intimidarla y silenciarla. Además, sostuvo que si pierde el caso será debido a “una conspiración de élites liberales” y “corrupción en los tribunales”.
La demanda también resalta que el impacto de estas declaraciones no se limita a Francia, sino que han alcanzado audiencias globales, incluyendo a podcasters como Joe Rogan, quien respaldó públicamente las afirmaciones de Owens. El propio Rogan comentó en su programa que si tales acusaciones fueran falsas, los Macron “ya la habrían demandado”. Horas después, la demanda se hizo realidad.
En Francia, este tipo de rumores sobre la primera dama comenzaron a circular desde 2021, promovidos por personajes marginales de la ultraderecha, y ya han generado procesos legales. Dos mujeres fueron condenadas por difundir las mismas mentiras y, aunque sus sentencias fueron revocadas en apelación bajo el argumento de “buena fe”, el tribunal no las exoneró por veracidad de los hechos.
Los Macron argumentan que las mentiras han dañado su reputación, sus relaciones políticas y la percepción pública de su integridad como líderes. El documento legal sostiene que muchas personas que antes los respetaban ahora los rechazan, evitando asociarse con ellos. Además, advierte que el daño emocional ha sido profundo para toda su familia.
La pareja presidencial francesa, que se casó en 2007 tras una larga relación iniciada cuando Emmanuel Macron era estudiante, sostiene que Owens busca provocar escándalo con fines lucrativos. En México y el resto del mundo, este caso reabre el debate sobre los límites de la libertad de expresión frente a la desinformación sistemática que usa la viralidad como arma para atacar, manipular y obtener ganancias.