Vitacor: el primer corazón artificial mexicano marca un hito en la medicina cardiovascular
Después de 25 años de investigación, México ha alcanzado un logro sin precedentes en el ámbito de la salud: la creación de Vitacor, el primer corazón artificial desarrollado, diseñado y fabricado completamente en el país. Este avance, impulsado por el Grupo Vitalmex y recientemente aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), representa una alternativa vital para pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, una de las principales causas de muerte en el país.
Vitacor es un Dispositivo de Asistencia Ventricular (DAV) paracorpóreo, lo que significa que se conecta externamente al cuerpo y apoya al corazón en su función de bombear sangre. Su sistema, basado en compresión de aire controlada, permite un flujo de hasta 5 litros por minuto y brinda soporte circulatorio por 30 días, convirtiéndose en un recurso crucial para pacientes en espera de trasplante o en proceso de recuperación miocárdica.
La tecnología fue validada en centros internacionales como el Texas Heart Institute y está fabricada con materiales biocompatibles. Además, su integración con equipos estándar de terapia intensiva la convierte en una solución adaptable a hospitales de todo el país, incluyendo aquellos con recursos limitados.
El impacto va más allá del ámbito médico. En México, donde 1.6 millones de personas sufren insuficiencia cardíaca, Vitacor ofrece una opción más accesible frente a tecnologías importadas de alto costo, y busca cerrar la brecha en el acceso a dispositivos de soporte vital. “Es una tecnología con ADN mexicano, diseñada para establecer un nuevo estándar terapéutico desde nuestra realidad”, afirmó Vitalmex.
El proyecto también tiene una dimensión profundamente humana. Su creador, el ingeniero Jaime Cervantes Hernández, vio materializado su sueño a los 81 años: que México pudiera competir en la creación de tecnología médica de punta. “Vitacor no es solo un dispositivo, es un símbolo”, dijo emocionado durante su presentación.
Especialistas que participaron en el desarrollo coincidieron en que este avance es una muestra de lo que puede lograrse con ética, persistencia y visión. “Nos dijeron que era imposible. Hoy, ese corazón late”, recordó el Dr. Moisés Calderón Abbo, cirujano cardiotorácico. Con la fabricación nacional en marcha y planes de expansión hacia América Latina, México se posiciona no solo como consumidor, sino como productor de tecnología biomédica que puede salvar vidas en todo el mundo.